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Amando de Miguel

Más discrepancias con don Pancracio

Recoge don Pancracio la manida historia de snob como abreviatura de sine nobilitate, la calificación que se daba a los alumnos de Oxford que no procedían de la clase aristocrática. Tengo mis dudas sobre la veracidad de esa historia.

La lectura del interesante libro de Pancracio Celdrán Gomariz, Hablar con corrección me estimula a seguir con la discusión de algunos extremos con los que no estoy de acuerdo. Precisamente, discrepo de la opinión de don Pancracio cuando dice que no se debe decir "un principio de acuerdo". Para mi colega "el acuerdo es lo que se alcanza al final, y su principio son las conversaciones, los arreglos, la voluntad de llegar a buen fin". Tengo para mí que el acuerdo es más bien un proceso que se va decantando a lo largo de la negociación. Por tanto, se puede hablar de un "principio de acuerdo" cuando el resultado es solo parcial, provisional, incompleto. Es algo corrientísimo en todo tipo de negociaciones. El "principio de acuerdo" puede ser simplemente que se sigue negociando.

Se queja don Pancracio de que, en el uso coloquial, el imperativo se sustituya por el infinitivo: "callarse, sentarse, olvidarse" en lugar de "callad, sentaos, olvidaos". Su dictamen es que "sustituir el infinitivo por el imperativo es práctica errónea que va en aumento". Mi juicio es otro. Cierto es que se trata de una práctica que va en aumento, pero no me parece errónea. El imperativo puede tener un tono autoritario que se quiere evitar en la complicada vida de relación, por ejemplo, al ordenar algo al público de forma indiferenciada. En ese caso la forma infinitiva produce una especie de imperativo menos autoritario, más suave. Compárese la orden terminante "siéntense" con la más cortés de "sentarse, por favor". Todavía hay formas imperativas más autoritarias. Se puede recordar el "¡se sienten, coño!".

Don Pancracio es de la opinión que la fecha completa, desde el año 2001 en adelante se escribe así: "día del mes del año". Por ejemplo "11 de marzo del 2004". Esa misma regla se aplica hasta el año 1100. En cambio, desde el año 1101 a 2000 se usa la preposición "de". Por ejemplo, "18 de julio de 1936". Francamente, nunca había visto yo una regla tan complicada y arbitraria. Sí reconozco que la forma "del año correspondiente", por ejemplo, "del 2004" se ha impuesto recientemente como una moda injustificada. También funcionó durante unos años en torno a 1900. Volverán las aguas a su cauce y diremos "11 de marzo de 2005", como está mandado.

Dice don Pancracio: "No se debe adjetivar así [como "violencia doméstica"] este fenómeno de la conducta patológica consistente en maltratar un cónyuge a otro, generalmente el marido a la mujer […] La violencia no es asunto propio de las relaciones conyugales, sino sobrevenido […] Lo doméstico remite a la casa y su ámbito, pero no al comportamiento de sus moradores. La violencia no es doméstica, sino marital, cuando es el marido quien se comporta violentamente, o conyugal, cuando es un problema de convivencia extremo". No puedo estar más en desacuerdo con ese galimatías. El término oficial es "violencia de género" para indicar la que ejerce el varón adulto contra una mujer con él relacionada. Me parece un concepto restrictivo y mal etiquetado. En su lugar, sería mejor hablar de "violencia doméstica" como la que se ejerce dentro del círculo familiar en su más amplio sentido, con independencia del sexo del autor. El uxoricidio (asesinato de la esposa) es el caso más llamativo y grave de esa violencia doméstica, pero admite más figuras. Invito a don Pancracio a que lea la parte de mi reciente libro, Escritos contra corriente (Espasa), en la que detallo mis opiniones sobre la "violencia doméstica".

Recoge don Pancracio la manida historia de snob como abreviatura de sine nobilitate, la calificación que se daba a los alumnos de Oxford que no procedían de la clase aristocrática. Tengo mis dudas sobre la veracidad de esa historia. Snob es una vieja palabra inglesa que equivale a hombre vulgar, tonto, rústico. Por cierto también se registraba shoemaker (= zapatero) con ese mismo sentido. Esa misma equivalencia se da en otros idiomas europeos; lo siento. Lo de sine nobilitate en todo caso vino después, como un eufemismo o como una broma. La verdad es que la falsa historia tuvo éxito.

De todas formas, mis disparidades con el texto de don Pancracio son mínimas. Obsérvese que digo "disparidades con" y no "contra". Precisamente porque disiento a veces, me uno a su modo de proceder. Me gusta el sistema de don Pancracio de legitimar la validez de las palabras por su etimología. Es algo que yo también hago muchas veces. Pero mi punto de vista es más bien legitimar la validez de las palabras por el uso que hacen los escritores de ellas. Ese es el fundamento del diccionario de Seco y colaboradores (DEA).

Lo que está más claro es que esto del conocimiento de las palabras está muy lejos de ser una ciencia exacta. En el bien entendido de que no hay propiamente ciencias exactas. Por eso mismo, animo a los libertarios a que disfruten con el libro de don Pancracio; es un deleite.

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