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Amando de Miguel

Más verbos

Teodoro Barriuso vuelve a la carga con lo de cesar y destituir. Para mi corresponsal la cosa está muy clara. El verbo cesar no implica voluntariedad ("cesa de llover"). Destituir equivale a quitar de un cargo o posición a su titular por parte de quien tiene autoridad para ello. Dimitir es abandonar el cargo o posición como voluntad del titular. Estoy bastante de acuerdo, aunque cesar sería más bien un sinónimo de dimitir que de ser destituido. Bien, eso es así. En la práctica se utiliza cesar como sinónimo de ser destituido o de destituir o relevar. No se puede hacer mucho contra esa avalancha. Añado un matiz. El cese sería hoy una forma más elegante o suave de no mencionar lo que de verdad es: una destitución en toda regla. La vida política exige el continuo eufemismo. Aun así, los políticos andan siempre a la greña. Qué no sería sin el recurso al eufemismo.
 
Raquel Lebredo (Redlands, California, Estados Unidos) dice que le suena mal tanto "actualizar a la tasa de inflación" como "actualizar con la tasa de inflación". Sobre gustos no vamos a discutir mucho. Actualizar equivale en este caso a hacer un ajuste estadísticos, adaptar un dato de acuerdo con los precios. Es corriente decir "ajustar al coste de vida". Por tanto valdría también para "actualizar" o "adaptar".
 
Leopoldo Rodríguez vuelve a la carga con el participio del verbo imprimir: ¿Es imprimido o impreso? A Seco le gusta más impreso, y es el que más se emplea. Sin embargo, a mí me cae bien lo de "he imprimido el artículo" y "el artículo está impreso". Nadie debe sufrir por esa pequeña vacilación léxica. El que ha sido poseído es un poseso.
 
Isabel Romano Luceño se pregunta cómo se conjuga el verbo "abolir" en presente de indicativo. "¿Se dice yo abolo o yo abuelo?". Ninguna de las dos. Se trata de un verbo defectivo que no admite la conjugación en todas sus formas. Por ejemplo, en el presente de indicativo solo caben estas personas: "abolimos" y "abolís". Seco tolera la forma "abole" (tercera persona del singular), pero sin mucha gana. Lo más corriente es tirar del participio "abolido". Por ejemplo, "declaro abolida la norma". De los verbos defectivos hay que huir siempre que se pueda.
 
Eduardo Soria Jiménez (Múnich) se suma a los comentarios sobre el presente continuo, por lo general anglicano, pero a veces castizo. Su comentario: "una de mis perífrasis favoritas es la que contiene tres veces el verbo ir en una frase: Me voy a ir yendo". El presente continuo que inunda las conversaciones y las declaraciones es el "estamos hablando". Da un aire de científica solemnidad un poco cansina, la verdad.
 

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