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Amando de Miguel

Misterios de la lengua

El idioma está más vivo que nunca. Se abandonan algunas voces y expresiones, pero se incorporan otras nuevas. Por ejemplo, me encanta eso de "casoplón" para indicar una mansión despampanante.

Luis Cáceres me llama la atención sobre el uso repetido de la expresión "sentencia salomónica" para indicar una resolución judicial o política que contenta a todos. Tiene razón mi comunicante. La sentencia salomónica es un artificio de los jueces para averiguar la verdad y hacer confesar al culpable. Ese truco lo trata admirablemente Cervantes en el episodio de Sancho Panza en la ínsula Barataria. Precisamente, en tiempos de Cervantes "baratería" era tanto como corrupción política, soborno, prevaricación y demás trapacerías. Hermosa palabra que tanta aplicación puede tener hoy.

Javier Melián me pide que le aclare la expresión "del año de la pera", una fecha antigua e imprecisa. Creo que es una corrupción de "el año de la polca". La polca es un ritmo musical que se introdujo en España hacia 1840 a partir de un baile popular de Bohemia. Es una forma de referirse a algo antiguo de forma indeterminada. Por lo mismo se dice: "en tiempos de los moros" o "en tiempos de Maricastaña". El pueblo español nunca ha tenido muy clara la datación de las fechas antiguas. Hay gente que considera contemporáneos a los moros de la Reconquista con la invasión napoleónica. En clase me refería yo muchas veces a la "gripe del 18", entiéndase de 1918, que era la época que estábamos explicando. En el examen, algunos estudiantes pusieron "la gripe del siglo XVIII, a finales de la I Guerra Mundial". Y eran universitarios.

Pedro María Araúz me envía una estupenda colección de curiosidades de nuestra lengua. Copio algunas:

 -La oración "Tomás pidió públicamente perdón, disculpándose después muchísimo más íntimamente" contiene nueve palabras, todas ellas con tilde. Añado que puede ser un buen ejercicio para ese vicio actual de comerse las tildes en los mensajes telemáticos.

 -La palabra "oía" tiene tres sílabas en tres letras. En cambio, "menstrual", con nueve letras, contiene solo dos sílabas.

 -En la palabra "aristocrático" cada letra aparece dos veces.

 -"Arte" es masculino en singular y femenino en plural. Ahí me permito matizar. "Arte" es de género ambiguo, es decir, puede ser masculino o femenino, en singular o plural. Se dice "el arte" porque "arte" empieza por <a> tónica. Pero puede ser femenino. Por ejemplo, "el arte poética".

 -Las voces "ecuatorianos" y "aeronáuticos" poseen las mismas letras pero en diferente orden.

Hay muchas más curiosidades léxicas que ha ido recogiendo el médico de Manzanares de la Mancha. Espero que nos haga un librito con todas ellas.

María Jesús Fernández se queja de que "estamos perdiendo nuestro idioma". Pone como ejemplo la expresión "por cima", que ya no se dice. En efecto, se trata de una versión antigua que se conserva como reliquia en algunas zonas españolas. En el resto se dice "por encima de". El ejemplo no me vale para concluir que el idioma se degrada. El idioma está más vivo que nunca. Se abandonan algunas voces y expresiones, pero se incorporan otras nuevas. Por ejemplo, me encanta eso de "casoplón" para indicar una mansión despampanante. En cambio, me irrita lo de "arriba", en el lenguaje del fútbol, para indicar el campo del equipo contrario. A lo mejor es mi ignorancia de la materia.

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