La idea es excelente. A la entrada de muchos recintos alguien, detrás de un mostrador, está para informarnos. Tendría que cuidarse un poco más el personal para esa delicada misión. En Santander me acerqué a una caseta de información turística. Buscaba la localización de la casa de Galdós. El funcionario en cuestión no tenía ni idea de quien era Galdós y si había levantado una casa por aquella zona. La casa estaba a 200 metros de la caseta informadora. Es una ilustración. El lector (o visitante) podrá aportar muchas más. La famosa calidad de vida es que te informen bien.
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