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Amando de Miguel

Muletillas del habla para ganar tiempo

Introducimos en el habla una serie de muletillas que sirven para ganar tiempo, para reafirmarnos y para otros fines alejados de la estricta eficacia comunicativa.

El habla es la parte de la lengua que empleamos en la vida corriente. Esa selección de palabras y giros no la hacemos sólo con propósitos de comunicarnos y hacernos entender. Hablamos también para expresar nuestros sentimientos, para representar un papel, para convencer y, en ocasiones, hasta para engañar. Pasa un poco como en el atuendo, que no sirve sólo para defendernos del frío, del calor o de las miradas indiscretas. Realmente nos vestimos para otras muchas funciones, por ejemplo, para sentirnos acordes con la moda, con lo que se lleva. La consecuencia de esa función más compleja en el habla es que introducimos una serie de muletillas que sirven para ganar tiempo, para reafirmarnos y para otros fines alejados de la estricta eficacia comunicativa. La prueba de todo ello es que se podría prescindir de muchas de esas muletillas sin que se alterara gran cosa el mensaje. Pero seguimos aferrados a ellas por la costumbre, por la moda, por quedar bien, por indolencia u otras consideraciones adjetivas. Veamos ya algunos ejemplos de esas muletillas en el español coloquial:

  • "Entre comillas". Suele enunciarse con un gesto de las manos que aproximadamente dibujan las comillas en el aire. Se insinúa así que lo que viene a continuación es una palabra o frase digna de destacarse o que lleva oculta alguna ironía. La expresión proviene del idioma inglés, que es un idioma monótono y necesita de ese refuerzo gestual para destacar alguna parte del discurso. Pero en español es perfectamente prescindible. Si se recurre a esa muletilla es por imitar al inglés o por llamar la atención.
  • "En cualquier caso". No suele estar claro a qué casos se refiere. Usualmente no significa nada. Se enuncia simplemente como relleno para ganar tiempo.
  • "De alguna manera". Todo puede ser enunciado de alguna manera, por lo que esa expresión está de más.
  • "En un momento determinado". Ídem lo anterior. Todo se produce en un momento determinado; no es necesario decirlo. Por otro lado, resulta difícil imaginar que haya un momento que no sea determinado.
  • "Todos y cada uno". Es, lo que se dice, un pleonasmo. Basta decir "todos" o "cada uno", pero no las dos cosas. Hay otras muletillas del mismo orden, como "única y exclusivamente", "por activa y por pasiva", "total y absolutamente", "puro y duro", entre otras muchas.
  • "Estar a la altura". Ahora se dice mucho para establecer el criterio moral en la conducta de un personaje o de un grupo. Realmente la clausula es "estar a la altura de las circunstancias", pero dicha de esa forma tampoco aclara mucho de qué exigencia se trata.

Con todo, las muletillas dichas son parte del habla cotidiana y sólo hay que rechazarlas cuando se repiten de forma desconsiderada.

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