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Amando de Miguel

No alarmar

La obsesión de las autoridades, ante la posibilidad de algún quebranto colectivo, es no alarmar. Hombre, alarmarse es bueno; de otra forma no prepararíamos las defensas. Si se quiere decir que no hay que alarmarse sin motivo o excesivamente, vale. Pero, por lo general, suele haber algún motivo. Las autoridades deberían informar mejor a la población en esos casos de zozobra general. Vienen tiempos malos, los de la guerra mundial contra el terrorismo. Convendría dar un cursillo a los responsables de la defensa, la sanidad y la seguridad públicas. Solo sé que, cuando intentan no alarmarnos, nos alarmamos en demasía.

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