Menú
Amando de Miguel

Números cantan

Respecto a la expresión "un 25 de mayo", o cualquier otra fecha, doña Josefina razona que ese "un" se puede decir porque está implícita la palabra "día". Así, la oración entera sería "un día 25 de mayo...". Está bien visto.

Illya Kuryakin me ilustra, una vez más, en este caso sobre la excepción del número romano IV, que en muchos relojes antiguos figuraba como IIII. Era para no profanar el símbolo IV que podía corresponder a IVPITER (el dios supremo de la mitología romana). Me parece una interpretación muy ingeniosa, pero me da la impresión de que es un poco ex post facto. Sin embargo, no puedo demostrarlo.

Antonio Castilla precisa que el sistema o modo alemán de notación de los números romanos permite poner cuatro letras seguidas. De ahí que los relojes de cuco y de péndulo (suizos) se acogieran a ese modo de notación: IIII en lugar de IV. En cambio, el sistema francés (que es el que se impuso en los relojes de pulsera) procedió a preferir IV que IIII. Añado que los relojes de pulsera tienen menos espacio y quizá por eso se inclinaran por la notación francesa. Valga una nota de pie de página. El reloj de pulsera se impuso en la I Guerra Mundial (Guerra Europea) porque permitía a los soldados disponer de las dos manos. De ese modo también se podían sincronizar bien los movimientos de las tropas. Desde ese momento el reloj de pulsera (para la vida civil y para los dos sexos) ha sido un símbolo de clase acomodada, de éxito social. Hoy se ha universalizado y quizá ya no sea tanto un signo de distinción, a no ser que lleve una marca reconocible.

Aduce Gabriel Moncalián Arsuaga que el diccionario de María Moliner define el gigabyte como "unidad que equivale aproximadamente a 1000 megabytes". Es claro que el adverbio está de más, como insinúa el puntilloso don Gabriel. Solo que no he visto yo esa definición en el María Moliner original. Por lo demás, se entiende que byte es una unidad de información (una secuencia de ocho bits); mega es el prefijo para "un millón de unidades" y giga vale "mil millones de unidades".

Josefina Poropat (que sabe español porque lo enseña) me indica que los números entre doscientos y mil llevan género. Es decir, se debe decir "doscientas mil pesetas". No había caído en esa norma, pero me suena bien.

Respecto a la expresión "un 25 de mayo", o cualquier otra fecha, doña Josefina razona que ese "un" se puede decir porque está implícita la palabra "día". Así, la oración entera sería "un día 25 de mayo...". Está bien visto.

José Aparicio defiende que la longevidad de una población se obtiene de "hallar la edad media de los fallecidos en un año". Concluye: "de esa forma un gobierno... podría lograr en diez años, o menos, duplicar la longevidad de una población. Todo ello sin la necesidad de caer en chistes fáciles y poco rigurosos". Francamente, me parece muy difícil, por no decir imposible, que se pueda duplicar la longevidad de una población en menos de diez años. Una medida mejor sería la proporción de fallecidos mayores de n años, por ejemplo: 65 (edad convencional de la jubilación). Todavía mejor medida es la probabilidad de fallecer que tienen las personas a una edad determinada, por ejemplo, los 65 años. Esa medida se publica todos los años en las tablas de mortalidad (Anuario Estadístico). Con esas medidas más refinadas es todavía más clara la imposibilidad de duplicar la longevidad de una población en menos de diez años. Por definición, los hechos demográficos cambian muy lentamente. No entiendo la alusión a los "chistes fáciles y poco rigurosos". ¿Es que hay chistes difíciles y muy rigurosos?

En Sociedad

    0
    comentarios