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Amando de Miguel

Otra vez el pollo

El humilde pollastre ha sido muchas veces el culpable de la subida de los precios. Volverá a serlo en seguida. La obsesión colectiva de las vacas orates lleva a que la gente deje de comprar carne de vacuno. Subirá, pues, en compensación la carne de pollo. Hasta que se caiga en la cuenta de que las gallinas también son alimentadas con huesos de vaca triturados. Lo peor llegará cuando se investigue que ese mismo ingrediente entra en la fabricación de alimentos para consumo humano. Así pues, el pollo era inocente. Los precios suben como expresión de una economía del derroche.

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