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Amando de Miguel

Preciosas precisiones precisas

En realidad, si escribo sobre el habla es porque me interesa, no porque yo sea un experto en la materia. Mi rincón de trabajo en casa está pertrechado de diccionarios.

Me encanta que los libertarios me corrijan. Así seguimos discutiendo, que es lo sano, y aprendemos todos, que es de lo que se trata. En realidad, si escribo sobre el habla es porque me interesa, no porque yo sea un experto en la materia. Mi rincón de trabajo en casa está pertrechado de diccionarios. Me escribe Juan Díaz López-Canti para enmendar mi afirmación sobre la equivalencia entre el palmo y el jeme. No es así. "El jeme es la distancia entre los dedos pulgar e índice en su máxima extensión, en tanto que palmo es la distancia entre el pulgar y el meñique en iguales circunstancias". Tiene toda la razón don Juan. Ya no se me va a olvidar. Supongo que son unidades cómodas pero imprecisas. Es evidente que no todas las manos son iguales.

Luis Cáceres me corrige sobre el asunto de las dimensiones de la Tierra. Él sostiene que en la época de Colón ya se conocía la verdadera dimensión de la Tierra, pero que fue el genovés quien se empecinó en que nuestro planeta era más pequeño. No me convence demasiado el argumento. Si Colón estaba equivocado, no sé por qué le dieron el permiso para zarpar.

José L. Martín Tordesillas me aclara lo del huso horario. La idea del círculo de 360º provenía de Mesopotamia y la de las 24 horas del día de los romanos. Dividiendo una cantidad por otra el cociente es 15º, que son los que corresponden al huso horario. No sé, me parece demasiado redondo. Insisto en mi primera noción de que es la división exacta varias veces lo que aconsejó a los antiguos el círculo de 360º y el día de 24 horas. Tanto éxito tuvo esa convención que todavía la seguimos manteniendo.

Anabel Almagro (desde Delhi, India) me confirma mi sospecha de que los niños aprenden muy bien dos o tres idiomas y eso les sirve para desarrollar su inteligencia. Concretamente, sus hijos pequeños se desenvuelven muy bien en español, inglés y francés. Ahora están con el chino. Doña Anabel pone una condición en la que yo no había caído: "Lo importante es que sean personas distintas las que emplean (con ellos) un idioma u otro. Es decir, la persona que les hable en inglés debe hablarles siempre en inglés". Es un buen testimonio para la polémica sobre el aprendizaje de varias lenguas en la escuela. Es una práctica muy común en muchos países europeos. No sé por qué los españoles vamos a ser distintos.

José María Navia-Osorio contradice la crítica que me hacían sobre mi "desaliño indumentario". Para el asturiano la imagen de una persona arreglada pero informal encaja muy bien con un profesor universitario que no es un catedrático "clásico". Espero que yo dé ese perfil. Por cierto, la mujer de don José María insiste en que soy un "mentirosuco" (nunca me habían llamado nada tan cariñoso) porque mi cazadora de piel no es de marta cibelina, como yo decía. Doña Elena sostiene que es de zorro. Pues no, señora. Es de marta cibelina salvaje de la Argentina. Hace más de 20 años que la tengo. Reconozco que quizá se haya pasado de moda, pero la llevo cuando hace frío y para provocar un poco. No creo que haga mal a nadie. Tampoco creo que lo mío sea desaliño sartorio, si bien nunca se me pasó por la cabeza que me contrataran como modelo de pasarela.

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