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Amando de Miguel

Precisiones

No entiendo por qué don Germán considera “lego” a don Luis. Lego soy yo, sin duda alguna, que me suspendieron en Derecho Penal y ahí concluyó mi carrera de Derecho. Pero creo que los legos también podemos opinar.

La etimología de "precisión" es clara. Es lo que hace un buen cirujano o un buen sastre: cortar bien como paso previo a un trabajo más elaborado. En las cuestiones léxicas se agradecen también las precisiones. Por ejemplo, aquí hemos hablado de la diferencia entre asesinato y simple homicidio. Ya sé que se trata de una cuestión de técnica jurídica, pero son términos que se emplean todos los días en las noticias de sucesos, que son siempre muy leídas, escuchadas o vistas. Sostiene A. Rodríguez que la diferencia específica está en que el asesinato implica "la planificación previa del delito". Bueno, comprendo que la planificación necesita ser previa, pero también puede ser una chapuza. Sobre todo, veo difícil que se pueda documentar esa planificación. Precisamente, un buen asesino profesional planificará de tal modo su crimen que no será fácil reconstruir el diseño del mismo. Me convence más el comentario de Germán Pedraz Calvo, para quien en el asesinato deben coincidir estas tres circunstancias: alevosía, beneficio y ensañamiento o premeditación. Luis Cáceres añade que no debemos aceptar el anglicismo de "homicidio involuntario". Es mejor decir "homicidio imprudente" o también "homicidio no intencionado". Sería el caso opuesto al asesinato, donde hay voluntad expresa de matar al prójimo. No entiendo por qué don Germán considera "lego" a don Luis. Lego soy yo, sin duda alguna, que me suspendieron en Derecho Penal y ahí concluyó mi carrera de Derecho. Pero creo que los legos también podemos opinar. Por cierto, don Luis recoge esa expresión de "quiero creer" que repiten los políticos y tertulianos. No parece una locución muy feliz. Es típica de las personas que desean pasar por irónicas o graciosas. Son legión.

Las precisiones de Hug Banyeres gustan mucho al libertariado. En este caso el mosén redarguye (en contra de mi opinión) que "culto no es el que se dedica a aprender, pues entonces cualquier estudiante sería culto. Culto es quien ha aprendido". ¿Quién fija, entonces, el momento en el que uno ya ha aprendido? Supongo que será en el otro mundo. Mi opinión es que la persona que verdaderamente se dedica a aprender se introduce en una tarea que no termina nunca. Una gran parte de los estudiantes, y aun de los profesores, que yo he tratado no son cultos, precisamente porque consideran que su tiempo de aprender ha concluido o va a concluir. En la práctica académica norteamericana, el "fin de carrera" lo designan como "comienzo".

Luis Cáceres recoge esta perla del BOE: "fincas de vocación agraria". Qué delicadeza. Quizá haya fincas de vocación especuladora.

Juan J. Carballal razona que los terroristas no eliminan mucho sentimiento de culpa poniéndose ese disfraz, realmente extravagante, de chapelas, capuchas o pañuelos que solo dejan ver los ojos. Añaden los ropajes negros con la insignia al fondo de la serpiente y el hacha. Tiene razón. Me he excedido al suponer que esa plástica tan ridícula e infantiloide signifique atenuar el sentimiento de culpa. Más creo que se trata de una forma de llamar la atención o de hacerse propaganda. En ese caso sería más bien un gesto de narcisismo, pero tampoco estoy seguro. Quizá haya una nostalgia de los aquelarres. Me fatiga hablar de los terroristas vascos. Tengo muchas cosas que hacer.

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