Los números fundamentales de un país se obtienen a partir del censo de población. Se levanta cada diez años, en la primavera de los años terminados en uno. Así pues, deberíamos estar haciendo el primer censo del siglo XXI. No veo yo los preparativos. Ya el censo anterior (1991) fue un pequeño desastre. Seguramente se quedaron fuera del cómputo un millón de residentes. Ahora tenemos el problema adicional de los inmigrantes. Las autoridades deberían decirnos qué pasa con el censo. Preocupa tanto retraso. Tendría que haberse difundido la campaña correspondiente para que todos colaboráramos. Un buen censo: el país funciona.
0
comentarios
Servicios
- Radarbot
- Libro