A los españoles nos resulta bastante ajena la mentalidad científica. La prueba es que creemos que el conocimiento científico es lo seguro y exacto. Está en el lenguaje popular. La expresión “saber a ciencia cierta” lo certifica. Equivale a decir que ese conocimiento lo es sin lugar a dudas. Pero la ciencia realmente equivale a la duda permanente, el conocimiento provisional, hasta que no se demuestre lo contrario. Pocos saberes científicos han resistido el paso del tiempo sin que se demostrara lo contrario. Al menos, lo que venía luego demostraba que lo anterior era parcial e insuficiente. Por tanto, no hay ciencia cierta. Una vez más, el lenguaje traiciona.
0
comentarios
Servicios
- Radarbot
- Libro