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Amando de Miguel

Sonidos impronunciables

La lengua española presenta una gran ventaja sobre otras: se escribe como se pronuncia, con pocas excepciones. Por eso apenas se necesita deletrear, como en el caso del inglés, por ejemplo. Nos quedan algunos escollos fonéticos. Octavio Paz decía que él no hablaba castellano, sino español; el castellano no lo sabía pronunciar bien. Son muchos hispanoparlantes los que no pueden pronunciar el sonido “tl”; dicen “Alántico”. Otros no pueden con la “ll”. Pero la ley nos dice que todos los españoles tenemos que decir “Girona”. El sonido “gi” de esa voz no existe en español. ¿Cómo se puede cumplir la ley?

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