El hecho de que los hermanos Gasol vayan a ser titulares en el All Star de la NBA es algo extraordinario. En primer lugar, por tratarse de dos hermanos y luego por lo que significa para el baloncesto español, para la escuela de formación de España. Es un premio a lo que representan estos dos jugadores, al talento y al conocimiento de juego.
Pau Gasol representa junto a Rafa Nadal la excelencia del deporte español, esa capacidad de dos deportistas extraordinarios. Pero Marc Gasol merece una mención especial. Hay que recordar que fue elegido en la segunda ronda del draft en la posición 40, por detrás de muchos jugadores que han quedado en el olvido. Estamos hablando de quien se puede considerar el mejor cinco, de la antigua escuela, de la NBA.
Sin duda, esto significa un empujón para el baloncesto español. Pero también debía haberlo supuesto el papel de la generación del 99 o la final olímpica en Los Ángeles 84 y, sin embargo, no llegó. Hay que hacer una transición empezando por la mayor profesionalización de la ACB y la Euroliga para alcanzar el nivel de la NBA. Y luego hay que prestar especial atención a las categorías inferiores.
Los hermanos Gasol son dos casos muy excepcionales basados en un enorme talento combinado con el trabajo, la persistencia, la ambición y la intensidad con la cual se trabaja en Estados Unidos. Ellos dieron el salto pronto y ahora se ven los resultados de lo que ha supuesto formarse allí. En el caso de Marc, decidió acompañar a su hermano para continuar con su formación académica y deportiva. Allí pudo continuar sus estudios y prepararse para dar el salto a la NBA porque, si tienes talento, sabes que llegarás. Si en España no se trabaja con mejores entrenadores en las categorías inferiores y no se consigue que estudios y deporte se puedan combinar sin necesidad de tener que decidir entre una u otra cosa, se perderán generaciones. Ahora toca trabajar sobre la base.