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Antonio José Chinchetru

Diarios contra buscadores

Si los diarios se empeñan en que les paguen por aparecen en los resultados, lo que les puede ocurrir es que se queden sin cobrar y además desaparezcan.

Uno de los temas que más ha dado que hablar en los últimos días en los círculos del mundillo internáutico, Internet Explorer 7 o el comportamiento en China de los gigantes on line aparte, ha sido la excéntrica pretensión de que los buscadores paguen a los diarios por enlazarles. Aunque los responsables de la Asociación Mundial de Periódicos (WAN, por sus siglas en inglés) lo planteen con palabras algo distintas no es otra cosa lo que piden. Sus argumentos recuerdan demasiado a los utilizados por algunas entidades del tipo SGAE o RIAA: apelan a su propia interpretación de los derechos de propiedad intelectual, sin plantearse siquiera si es algo que viene a cuento o si el modo en el que ellos lo entienden pudiera no ser el único posible.

Otro punto en común. Salpican sus argumentos con notas de apariencia anticapitalista en la creencia, suponemos, de que así conseguirán ganarse la simpatía del público. Si, reunidos en Santiago de Compostela, los responsables de la Confederación Internacional de Sociedades de Autores y Compositores (CISAC) arremetieron contra las "leyes salvajes del capitalismo", los amigos de la WAN "denuncian" algo tan obvio como que los "buscadores no son una nueva especie de benefactores sociales que distribuyen gratuitamente información. Son organizaciones comerciales con fines lucrativos". Lo que no dicen es que precisamente por ese afán de lucro estas empresas mejoran sus herramientas para tener satisfechos a los usuarios, lo que se traduce en un mejor servicio, que beneficia al internauta y a los propios periódicos agrupados en las organizaciones que forman parte de la Asociación Mundial de Periódicos.

Efectivamente, y contra lo asegurado desde la WAN, los periódicos se benefician de aparecer en los resultados de de Google, Yahoo o MSN, tanto en las búsquedas como en los servicios de actualidad. Ejemplo paradigmático es Google News, a través del cual gran cantidad de internautas entran en periódicos que de otro modo no se hubieran planteado visitar, aunque luego tan sólo lean una noticia y salgan. Esto no quita que esos mismos lectores interesados en noticias sigan siendo fieles a su cabecera on line de costumbre. Dan un servicio complementario, pero no compiten con los diarios.

Hay además una gran hipocresía en la demanda. No aparecer en los resultados de un buscador no es complicado. El modo "primitivo" de lograrlo sería contactar con el mismo para decirle que no quiere figurar ahí, pero mucho más fácil es introducir en el código fuente un pequeño comando que impide ser indexado. ¿Por qué no lo hacen? Los responsables de los periódicos saben que gran parte de las visitas, y por tanto de sus ingresos por publicidad, que registran sus ediciones electrónicas vienen desde Google y similares. Salirse tiene el efecto de autocondenarse a ser un fenómeno marginal en la Red, y eso es algo que quieren evitar. Lo que pretenden es seguir como hasta ahora pero encima cobrando a alguien que, en busca de su propio y legítimo beneficio, les está ayudando.

Los responsables de la WAN deberían reflexionar, en beneficio de los periódicos a los que agrupa. La guerra que quieren abrir no les conviene, puesto que los principales perjudicados serían ellos mismos. Los buscadores son empresas privadas, sin más obligación de indexar contenidos que la de satisfacer a sus usuarios. Si los diarios se empeñan en que les paguen por aparecen en los resultados, lo que les puede ocurrir es que se queden sin cobrar y además desaparezcan. Esto último significaría una gran merma en sus visitas y sus ingresos, mientras que el coste para Google y similares sería mínimo. Siempre habrá periódicos por Internet y otros servicios de noticias que comprendan el valor de figurar allí y no se opongan a ello. Los usuarios podrán seguir informándose.

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