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Antonio López Campillo

3. Unicidad de Dios y unidad de la Umma

"No hay más Dios que Alá…” El Islam esta centrado en la fe en la unicidad de Dios. Lo esencial del mensaje del Corán es la predicación del Dios único. La superioridad del Uno sobre lo múltiple es lo que cementa a todos los musulmanes, ya sean chiítas, sunitas, místicos o fiel común. La unidad del Islam es como la imagen de la unicidad de Dios. El objetivo de la comunidad musulmana es llegar a ser única en el conjunto del mundo.

La realización de esta unidad exige de los creyentes una serie de condiciones: han de aceptar la desigualdad entre creyentes y no creyentes, desigualdad que es un modo de incitar a los no-musulmanes a la conversión, lo que conduce a que se ejerzan una serie de presiones que les hacen la vida incómoda para recordarles su estatuto de inferior; se puede comerciar con los no-musulmanes, pero no mantener relaciones sociales con ellos; los no-creyentes no pueden realizar ningún acto que pueda parecer un insulto al Islam; los creyentes de otras religiones monoteístas, llamados gentes de la dimma, pagan un impuesto superior, tienen derecho a practicar su religión en privado, y tienen los mismos derechos que los esclavos y las mujeres, es decir que valen la mitad que un varón musulmán. Los dimmies deben respetar a los creyentes, vestir de modo diferente y no imitarles.

La comunidad de los musulmanes, la umma, es más que una federación ya que no tiene limites geográficos, tiene la misma fe y se rige por las mismas leyes. La realidad es el territorio controlado por los musulmanes y que se llama dar al-Islam, realización practica de la umma. La umma ha sido instituida por Dios y no debe ser sustituida por la noción de nación o patria. De aquí el internacionalismo islámico, no hay ni pueblos, ni razas, ni naciones. Las naciones regidas por musulmanes son deformaciones históricas que han de desaparecer. Las tierras que no están bajo el control de los musulmanes se denominan: dar al-harb, es decir "Morada de la Guerra". Todo musulmán, esté donde esté, forma parte de la Umma.

Junto al Corán y la Sunna, esta la Saria, el camino, la senda que se ha de seguir. La Saria es el conjunto de prescripciones divinas que regulan, de un modo estricto, todas las actividades de los musulmanes, de la higiene a la oración. En el Islam no hay diferencia entre ley y religión. Alá recomienda ordena y prohíbe, el creyente se somete y obedece. La Saria santifica las actividades humanas. La Saria define la justa conducta del musulmán. Por eso la aplicación estricta de la Saria se ha convertido en la demanda política de los islamistas ortodoxos y es un arma de agitación política de primer orden, ya que los males del mundo musulmán proceden del abandono de la Saria. Hoy la Saria está vigente con toda su fuerza en Arabia Saudí, Irán, Sudan, Pakistán, Mauritania, Afganistán…

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