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Antonio López Campillo

6. El mundo moderno

El Corán, la Saria y la Suna contienen todo lo que hay que saber, basta con leerlo correctamente. Teniendo el saber, toda crítica, toda innovación es un pecado. La historia del mundo musulmán nos muestra que en todo momento las modificaciones, las doctrinas nuevas, eran rechazadas; recuérdese la historia de la filosofía en el Islam. La aceptación primera de la filosofía griega fue seguida por un cierre doctrinal casi absoluto. Fue el primer aborto intelectual de esta cultura. Hoy se está ante otro período de rechazo de elementos de otra cultura.

Se ha indicado que uno de los pilares de la perennidad del Islam es su rechazo frontal a todo espíritu de crítica, como lo demuestra la ausencia de una critica de sus textos sagrados, como sí tienen el cristianismo y el judaísmo. Y lo que caracteriza a la modernidad es precisamente el cambio, el progreso, la crítica, que permite el cambio y el respeto de la individualidad.

En el rechazo de la modernidad, los musulmanes tienen unos émulos en ciertos ecologistas y los pensadores postmodernos. Para esos tres grupos humanos, la modernidad es un regalo envenenado que hace perder su alma a los pueblos. Hubo un momento en el que parecía que una corriente modernista emergía en el mundo musulmán. La historia reciente de Egipto, África del Norte, Irán y los otros países, nos muestran que los intentos de modernizar la sociedad ha fracasado. Queda Turquía como un residuo de Mustafá Kemal "Ataturk", hoy muy maltratada por los islamistas y por las potencias occidentales.

Se ha visto que Mahoma no hace una distinción entre lo temporal y lo espiritual, él fue un guía espiritual y un guerrero, fundador de un Estado islámico. Por no existir diferencia entre "Cesar y Dios", hace pensar que no existe una iglesia, y no la hay, pero sí hay un clero omnipresente; esto es evidente en los países chiíes, como lo muestra el poder de los ayatolas y los mollhas, que han aparecido ahora como un partido religioso fuerte y dominador. El Irán es un ejemplo claro. El concepto de estado de los musulmanes no tiene nada que ver con el de los occidentales. Es normal que no acepten un tipo de estado laico.

La religión misma se opone a la modernidad. Muslim, musulmán, significa "sometido a la voluntad de Dios". La sensación de sometimiento es fundamental en el Islam. Es una religión en principio razonable y no se tolera la disociación, que se encuentra en el cristianismo, entre razón y fe. Así el Kalam, ciencia de la palabra de Dios, no es una teología musulmana, es simplemente una apología defensiva de la fe de los musulmanes. Es aquí donde el rechazo de la crítica tiene su origen.

Otro punto del rechazo de la modernidad son los Derechos del Hombre, fruto de las Luces; para los musulmanes no tiene valor universal, ya que es un producto típicamente europeo. Hay una Declaración Islámica Universal de los derechos del Hombre, proclamada el 19 de septiembre de 1981 en los locales de la UNESCO en París. Está basada en el Corán y la Sunna. El texto cuando se refiere a la Ley, se trata de la Saria. Por ejemplo, dice en XII, a) "toda persona tiene el derecho de expresar sus pensamientos y sus convicciones en la medida que permanece en los limites prescritos por la Ley". La Ley es la Saria. En la versión francesa de esta Declaración, publicada en el Boletín Oficial de la República de Mauritania dice en el artículo 309: "todo musulmán culpable del delito de apostasía…si no se arrepiente en un plazo de tres días…será condenado a muerte…"

Los Islamistas tratan por todos los medios, "autorizados por la Ley" evitar la influencia occidental, y en particular las formas sociales. Llevan un combate sin piedad contra los pro-occidentales musulmanes, como un primer paso de la "Guerra Justa" o "Santa", que tienen la obligación de hacer.

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