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Antonio López Campillo

9. Clasificación de los movimientos islamistas

El Islamismo aparece en los medios como un integrismo o como un fundamentalismo. Y no es el caso, pues se es integrista cuando se oponen a la adopción por parte de la Iglesia modos de acción "modernos" en la liturgia o en las relaciones sociales y es fundamentalista el que quiere volver a la Escritura como fundamento único de toda crítica y de toda renovación, pero los islamistas al admitir junto a la escritura, el Corán, los Hadits y la Sunna, no se les puede considerar fundamentalistas en el sentido estricto de la palabra, y al utilizar altavoces en los minaretes y magnetófonos en sus misiones tampoco se les puede calificar de integristas.

Los Islamistas son los musulmanes ortodoxos sin más. Las formas de vida de las sociedades modernas están en contradicción con la Saria: los islamistas tratan de restaurar la Ley en la integridad de su aplicación. Dado que las sociedades modernas tienden a resolver los problemas sociales por medios ajenos a la religión, los islamistas —que aspiran resolver todos los problemas sociales y políticos por medio de la religión, lo que implica la restauración de los "dogmas" en toda su integralidad— luchan contra sus gobernantes. No en vano, en el Islam, no hay diferencia entre Dios y Cesar, Dios es Cesar.

No hay un retorno a la religiosidad que se hubiera deformado, simplemente se "ocultó" con el velo de la modernidad. No luchan contra una herejía, lo hacen contra una laicización "occidentalista" de la sociedad musulmana. El fenómeno solo tocaba a las elites ciudadanas, el pueblo seguía con su religiosidad, más o menos atenuada, por eso el llamamiento de los islamistas tiene el eco que tiene. Aceptación sin problemas por el pueblo y conversión radical, con su dosis de culpabilidad, por parte de los ciudadanos y los intelectuales. Su propaganda va dirigida en el primer momento contra sus gobernantes "occidentalistas" y los que les ayudan. Pero el fundamento de su propaganda reside en la declaración permanente de que el Islam es la salvación de la humanidad.
Los movimientos islamistas no presentan todos el mismo perfil. Dado que tienen dos tareas: lucha contra las infiltraciones occidentales en Dar al-Islam, lucha local, y expansión del Islam en Dar al-Harb. En el Magreb hay grupos islamistas que tienen como tarea principal la lucha contra su gobierno, caso de Argelia, y otros que se ocupan de la expansión, en el caso de un grupo el programa encierra la expresión "Palestina y Andalucía". Aquí expansión va de par con irredentismo. Para muchos musulmanes, los más ortodoxos, Andalucía fue arrancada al Dar al-Islam por la fuerza. Por eso es doblemente interesante la propaganda en Andalucía y las conversiones que allí tienen lugar.

No se puede clasificar a los movimientos islamistas por el modo de lucha, la violencia está permitida por su religión y la aplican según las circunstancias y las normas del Corán. Tampoco por motivos doctrinales, la doctrina común es el Corán, los Hadits y la Sunna. La diferenciación puede hacerse según el modo de organización, ya que la unidad del movimiento viene de la doctrina común.

Una posible clasificación sería la de grado de madurez. Los primeros son los islamistas que se ocupan de los marginales y les ayudan a vivir y a estudiar el Corán, forman equipos deportivos y dan clases de "catequesis". Los segundos son los que se dedican a las reconversiones y la captación de nuevos creyentes, los grupos misioneros que son un escalón superior a los anteriores. Y en tercer lugar los que pasan a la acción violenta, sin dejar de ejercer las otras dos misiones.

Las divisiones clásicas entre siíes y sunnies (chiitas y sunitas) no son fundamentales hoy en el mundo de los islamistas. Las razones de esto se verán más tarde.

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