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Antonio López Campillo

El caso francés

Chirac ha logrado el 80% de los votos, izquierdistas y derechistas unidos ante el FN de Le Pen, que sólo logró el 20% restante de los votos. Todos los comentaristas, o casi, insisten, como los políticos, en que el fenómeno es debido a los errores de los gobiernos desde hace 15 años, degradación de la enseñanza, dejar que se formen ghettos en los barrios marginales, el paro, la violencia ciudadana etc… Sólo una minoría indica que acaso el fenómeno tenga raíces más profundas.

Lo que dicen los datos de la votación es que hay un quinto de la población que tiene posiciones políticas de extrema derecha. Hoy son seis millones de votantes que forman el primero o el segundo partido político francés: el FN. La inquietud entre la mayoría de los franceses por el auge del FN produjo una gran campaña contra las ideas racistas y autoritarias, lo que no ha impedido que el numero de los seguidores de Le Pen aumentase en casi un millón entre la primera y la segunda elección. En ese periodo todos los partidos políticos de centro, de derecha, de izquierda y de extrema izquierda han analizado y criticado sin piedad el programa del FN, y eso no ha impedido que creciera el número de votantes de la extrema derecha. Parece como si, al contrario, los hubiera lepenizado.

Hay una población importante y permanente de extrema derecha en Francia. Esto indica un cambio sociológico importante. Una parte, entre el 45% y el 30% de los antiguos votantes comunistas se han pasado al FN, una cifra menor pero significativa de votantes socialistas y de la derecha democrática ha hecho lo mismo; precisamente los que viven en los barrios extremos, pero no sólo en esos. En la primera elección, el FN alcanzó el segundo puesto, desplazando al PS en los departamentos con mayor densidad de inmigrados. El numero de inmigrantes legales se aproxima al millón y medio, procedentes en su mayor parte del Magreb, pero también de los países del este. Los ilegales son numerosos, pero su numero, evidentemente, no se conoce.

La inmigración del este europeo ha conducido a la formación de mafias, rusas, rumanas, etc… que utilizan a sus inmigrantes ilegales como "mano de obra". En paralelo, se han constituido bandas de jóvenes que en bastantes casos controlan parte de las barriadas extremas. Son grupos con armas de guerra procedentes de la antigua URSS y satélites: fusiles de asalto, lanzacohetes, metralletas y granadas. Estos grupos y mafias forman una sociedad en la sociedad, no sólo controlan una parte del territorio, donde ni la policía, ni los bomberos pueden entrar, sin ser agredidos, también tiene una importancia económica no despreciable.

Esta sociedad "marginal" es uno de los elementos del cambio sociológico. Otro es la constitución de una sociedad legal pero segregada voluntariamente, la formada por los cuatro millones y medio de musulmanes naturalizados franceses, 10% de la población francesa. Su cultura (fundada en su religión), acepta la poligamia, la inferioridad de la mujer, lo cual entra en contradicción con las leyes francesas. Esta disparidad cultural crea choques y violencias que se suman, y a veces se unen a la otra violencia, lo que se añade a la sensación de descomposición de la sociedad.

El tema central del programa de Le Pen es la expulsión de los emigrantes y el cierre de las fronteras. Su grito, "¡Los franceses primero!", tiene un eco importante en más de seis millones de votantes. El problema es más serio que lo que se dice. Lo que se dice es "políticamente correcto". Eso.

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