Una especie de pudor induce a calificar de étnicas las guerras de la ex-Yugoslavia. En cierto modo, tal denominación tiene sentido si se tiene en cuenta que las etnias tienen como base fundamental la religión. Los croatas son en su mayoría católicos, los serbios ortodoxos y los bosnios y muchos de los habitantes de Kosovo y Macedonia son musulmanes, en buena parte emigrantes albaneses, que escaparon de la miseria de su país.
El carácter religioso de los conflictos explica la dureza y crueldad de las luchas. Hay que recordar que en los años sesenta del siglo XX Alija Itzetbegovic lanzo una campaña para que en las áreas con mayoría musulmana se estableciese la Saria, conjunto de leyes que rigen la vida del musulmán, como ley civil. Itzetbegovic fue encarcelado por agitador y Tito declaró una nacionalidad el ser musulmán. En diciembre de 1991 Itzetbegovic es elegido presidente de la república de Bosnia-Herzegovina. En 1992 autoriza, por decreto, la llegada de soldados extranjeros. Musulmanes venidos de Afganistan, Iran , Argelia y otros países musulmanes, todos ortodoxos islamistas, y formaran la 7ª brigada musulmana, encargada de la represión y la limpieza "doctrinal". Practican la "Guerra Santa", es decir que ejecutan tanto a cristianos como a musulmanes tibios. Estos combatientes se disuelven en otras unidades combatientes, entre ellas la UCK, y así continúan la lucha en Kosovo y ahora en Macedonia.
La llegada de combatientes exteriores, de países lejanos, indica que el lazo que les une con los nativos musulmanes de la ex-Yugoeslavia, es algo diferente del carácter étnico. En este caso es evidente, para quien quiera verlo, que es religioso.
El Tribunal de la Haya se dispone a juzgar a varios generales bosnios musulmanes por crímenes de guerra. Son los jefes que dirigieron el III Cuerpo de Ejercito de Bosnia, que incluía la 7ª brigada. Todos son nativos de Bosnia. Participaron en la limpieza étnica contra los serbios, lo que implicó destrucciones de aldeas y matanzas de civiles, mujeres, niños, ancianos y enfermos. Las tropas bajo su mando también saqueaban los territorios ocupados en toda impunidad.
La prensa, en general, al comentar la noticia de las acusaciones contra estos militares, añade que la "Guerra Santa" la realizaron los musulmanes "venidos de fuera", que eran islamistas. Timidez periodística.
Ni en Bosnia ni en Kosovo, ni ahora en Macedonia, el problema está resuelto y es que su núcleo no es político, es étnico, es decir, religioso. No hay que olvidar que tras la caída del sistema soviético, la religión es el factor de cohesión dominante en los países excomunistas. En el caso de la ex-Yugoeslavia, la religión es un elemento de unión social y nacional muy antiguo. No en vano el territorio fue ocupado durante largo tiempo por los otomanos. Pero para los musulmanes es más aún: se trata de recuperar la unidad de la Umma, la comunidad de los musulmanes, dividida en naciones, al modo occidental.
La realidad es que se trata de unas guerras de religión y por eso el conflicto esta servido.
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