Menú
Antonio López Campillo

Llamazares: por uno

Una mayoría por un solo voto. Pero mayoría. El nuevo coordinador de IU es un renovador que conserva el programa. Un dirigente que no tiene una mayoría propia y, lo que es más curioso, parece que sólo tiene que coordinar un partido, lo que sin duda le simplificara el trabajo. Pero si bien es cierto que en IU hay pocos grupos y partidos que coordinar, donde tiene que echar toda la energía va a ser en coordinar las tendencias del PCE. El futuro no está en sus manos, es evidente.

La última Asamblea de IU ha confirmado lo que todos sospechaban. Se presentaron tres candidaturas, cada una liderada por un militante del PCE, ninguno de los otros movimientos que oficialmente integran IU presentaron candidaturas, ni ningún afiliado a estos grupos políticos lideró candidatura alguna. Experimentalmente se mostraba que el PCE es el grupo dominante.

A lo largo de la Asamblea no aparecieron intervenciones señaladas de los componentes de la Unión. Al parecer, lo que se deduce de lo que cuentan los medios, sólo un miembro del Pasoc dio señales de vida. Se sabe que Izquierda Republicana, por decisión de su último Congreso, no participo en la Asamblea. De los verdes no se ha oído hablar durante estos días. Parece, por lo que se lee, que prácticamente el PCE es el único movimiento activo en IU.

Las discusiones en la asamblea y en las semanas anteriores confirman esa idea de predominio. Se luchaba por el puesto de Coordinador de IU. Los tres candidatos buscaron en todo momento el apoyo de la militancia y de los órganos directivos sólo del PC. Los tres candidatos hacían exhibición de sus méritos como comunistas, su fidelidad al partido, su trayectoria en el mismo, como si los electores fuesen todos del PC. Siendo los tres candidatos del mismo partido, la lucha “electoral” era en realidad una lucha interna del PC.

Esta curiosa situación nos indica que hay dentro de ese partido unas luchas serias. El puesto de Coordinador puede ser un contrapeso al puesto de Secretario del Partido. Dado lo áspero de las relaciones entre candidatos y la total ausencia de discusión política, se puede deducir que hay algo más que tensiones en el seno del PCE, y que al menos eran necesarias dos cabezas visibles. En la etapa anterior los dos puestos máximos los ocupaba la misma persona, Anguita. Este decidió separar los puestos y ayudó a que Frutos le sustituyera en al dirección del PC. Esta separación tiene ventajas, dado lo que viene. Si en las próximas elecciones sigue la caída del electorado, la culpa la cargara el coordinador, mientras que el Secretario del PC queda fuera de la crítica. Desde el momento de la separación Coordinador-Secretario, han pasado muchas cosas, y la operación ofrecía ahora menos ventajas.

Lo primero es que ha crecido la conciencia del fracaso electoral del 2000, y esto incrementó las tensiones internas; la mayor parte de los grupos que forman la Unión no ven ventajas en seguir en ella y por ello toman sus distancias, tratando de encontrar su identidad política, ahogada en la Unión. Un nuevo fracaso electoral, no aumentar el número de votantes por ejemplo, haría entrar en crisis la Unión. Y esta situación ha generado fisuras cada vez mayores en el seno del partido hegemónico. Una fracción importante prefiere que una sola cabeza porte las dos coronas. Son los más “tradicionalistas”, de ese modo se podría mantener el sistema actual. Otros, divididos entre ellos, prefieren la separación de poderes; unos para poder mantener el PC como fuerza de extrema izquierda, otros para renovar el partido, tratando de salvar la estructura. Por eso en un primer momento había varias candidaturas. Que se redujeron a dos, la de Ángeles Maestro servía para debilitar a la Frutos (la sombra de Anguita es alargada y delgada). El candidato que no tenía grupo propio, es el que ha ganado, por un voto.

El puesto de coordinador, dadas las circunstancias, pueden reducirse a coordinar las luchas internas del PCE, pero para eso ya esta Frutos. Servirá en caso de fracaso electoral. Habla de renovar, ¿qué?, un partido fraccionado o una unión escuálida. Por ahora parece que sólo sirve de hoja de parra de las miserias de la unión. Y lo que hace falta en este país es una fuerza política de oposición sólida. Pero no parece que la última asamblea de IU la anuncie. Lástima.

En España

    0
    comentarios