Menú
Antonio Robles

Carod contraprograma a Obama

Desde un oscuro despacho de la vicepresidencia de la nación virtual con más banderas por centímetro cuadrado de la tierra, un equipo de patriotas había preparado el plan perfecto para arrebatar el protagonismo al nuevo presidente de Estados Unidos.

El despliegue de seguridad ante la toma de posesión de Barack Obama como presidente de los Estados Unidos hacía presagiar la mayor concentración de seguidores que nunca ningún presidente norteamericano hubiera tenido antes. Era tanta la expectación, la magia, la esperanza que había despertado este muchacho descendiente de esclavos, que el inmenso parque de Washington situado frente al Capitolio podía quedarse pequeño. Pero no, algo poderoso e imprevisto vendría a cambiar el destino de la que debería haber sido la toma de posesión presidencial más apoyada y de mayor cobertura mediática de todos los tiempos. La apuesta era arriesgada, una clase de osadía que sólo los hombres destinados a hacer historia tejen como si no hicieran nada.

Meses antes, desde un oscuro despacho de la vicepresidencia de la nación virtual con más banderas por centímetro cuadrado de la tierra, un equipo de patriotas había preparado el plan perfecto para arrebatar el protagonismo al nuevo presidente de Estados Unidos en su toma de posesión.

Sabedores de la superstición de las fechas y lo útiles de los aniversarios para colarse en los mitos de la historia, Carod tenía la cuartada perfecta para poner a su nación a la altura de la más poderosa de la tierra y para restarle protagonismo.

El plan era perfecto; a la hora prevista, en el día más señalado, cuando todas las televisiones del mundo se preparasen para registrar la mayor concentración de la historia, el vicepresidente del Gobierno de Cataluña aterrorizaría en Nueva York para inaugurar una delegación de Cataluña en esta gran ciudad. En la intimidad, las llaman embajadas, pero no era cuestión de ir por el mundo enseñando paquete. Una cosa es que inauguren oficinas para calmar el reclamo incesante de relaciones bilaterales que les llega del resto del mundo y otra muy distinta descubrir públicamente que son embajadas. Tampoco hay que abusar. Al fin y al cabo, el pobre Obama también tiene familia, hijas y una madre muy viejecita. Es legítimo restarle protagonismo, pero eclipsarlo en día tan señalado, habría sido propio de Almogábares. Por eso trató de ocultar su presencia en Nueva York hasta el último momento.

Sin embargo, y a pesar de las precauciones, ninguno de los grandes rotativos y emisoras de radio de Norteamérica se pudieron abstraer a la competencia del nacionalista. Dos horas antes de la toma de posesión la histeria se había apoderado ya de las buenas gentes de color que se habían trasladado a Washington y llenaban en un colosal embudo carreteras y aeropuertos. Todos preferían asistir a la inauguración de la nueva embajada de Cataluña en Nueva York. Los directores de los diferentes medios tuvieron el detalle de dejar a los periodistas becarios con unas cuantas cámaras frente al Capitolio para recoger el momento más importante de la biografía del joven Barak Obama. "La noticia ante todo", se repetían con convicción. Pero por lo bajini, les jodió. Sí, sí, les jodió que Obama hubiera quedado eclipsado por un señor con un mostacho que sólo sabe repetir ¡independencia!

Desde el despacho de vicepresidencia en Cataluña, un polímetro recogía los dientes de sierra del despliegue. Cada uno de ellos nos costaba 100.000 euros. Una miseria, incluso en tiempos de crisis. 2 millones este año, más lo que se rasque de los 20 que les han restado a la ayuda al desarrollo del 0,7 % –que ERC prometía cuando no tenía coche oficial– y unas cuantas partidas más, desperdigadas en el resto de consejerías y de departamentos, camufladas en detalles trasversales para evitar explicaciones innecesarias, incluso a envidiosos. Pero la empresa merece la pena. A pesar de esos aguafiestas que no acaban de entender que la verdadera felicidad de un hombre maduro está en jugar como un niño con las responsabilidades de un adulto. Sobre todo con sus euros.

Temas

En España

    0
    comentarios