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Armando Frontado

Encuentro de dinosaurios

En la Guayana venezolana se celebró la histórica entrevista de Fidel Castro y Hugo Chávez. ¿Por qué fue histórico este encuentro? Por las consecuencias lógicas que tiene para Latinoamérica el diálogo de los dos “dinosaurios”.

Castro afirmó el mismo día en que cumplía 75 años y momentos después que Chávez y su gabinete le cantaran “cumpleaños feliz”, que “la revolución cubana vivirá, mientras viva la revolución bolivariana”. Y recomendó a los venezolanos que cuiden a Chávez. ¿Qué llevó a Fidel a designar a Chávez como el sucesor de un agonizante fidelismo? Si cree que el papel de Chávez es fundamental para la continuidad de la revolución cubana es porque ha logrado meter a Venezuela, con el consentimiento de Chávez, en un conflicto totalmente ajeno a los intereses venezolanos.

Si Venezuela es fundamental para que sobreviva la revolución cubana, el gobierno de Caracas se convierte en objetivo básico en la guerra continental contra el fidelismo.

También puede ser que Castro haya dicho eso para adular a Chávez y lograr más prebendas del régimen de Caracas. Es bueno recordar que Venezuela le entrega a Cuba ochenta mil barriles diarios de petróleo, por los cuales no ha recibido un dólar. Son más de cuatrocientos mil millones de bolívares al año, sin que al bolsillo venezolano llegue un solo centavo.

Casi simultáneamente a la declaración de Castro nombrando a Chávez príncipe heredero, voceros del gobierno norteamericano emitieron un comunicado que desconcertó a los adversarios de Chávez. Dijo el Departamento de Estado que “mientras en Venezuela existan elecciones libres, respeto para el capital extranjero y no sean encarcelados los opositores al régimen, ni censurada la prensa, Chávez no es considerado enemigo de la democracia”. El vocero del Departamento añadió que “a Chávez hay que juzgarlo por lo que hace, pero no por lo que dice”.

Si tales declaraciones no forman parte de una estrategia diplomática para advertirle al comandante- presidente venezolano que le marcaron una frontera que no puede impunemente cruzar o, si por el contrario, se trata de una trampa para inspirarle confianza al autócrata venezolano, tendremos problemas serios en el continente dentro de poco, especialmente después de la muerte de Fidel Castro.

A todas estas, Chávez firmemente cree que se puede gobernar en el siglo XXI con la doctrina de Bolívar en 1810. Las dictaduras han evolucionado tanto que hoy pueden existir totalitarismos constitucionales y con elecciones. Esto ocurre cuando una mayoría iletrada impone el gobierno del resentimiento y el odio.

Aquí en Caracas nos preguntamos si Castro piensa seriamente lo que dijo sobre Chávez y si Estados Unidos cree sinceramente en el análisis que da a conocer sobre el presidente venezolano. De algo sí podemos estar seguros y es que el próximo capítulo de esta dramática telenovela no se hará esperar.

© AIPE

Armando Frontado, venezolano, es analista político.

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