Los políticos, culpables de la subida de la luz

Durante el pasado año, la electricidad experimentó la mayor subida de la historia democrática de nuestro país, en torno al 19% con respecto a 2007. Y parece, por los mensajes que nos llegan desde el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, que este año que comienza va a seguir una singladura similar.

La Comisión Nacional de Energía (en lo sucesivo, CNE) y el Gobierno han sacado a pasear al déficit tarifario o déficit ex ante, un pozo cuyo fondo se antojaba cada vez más lejano, como escudo que les proteja de la ira de la gente. Sin embargo, ¿qué es exactamente el déficit tarifario?, ¿cómo y cuándo nació?, ¿quién fue su creador?

El análisis que comenzamos a continuación tiene como objetivo responder a ésas y otras muchas preguntas con un vocabulario sencillo, alejado de las complicadas leyes energéticas y de la autocomplaciente retórica política. Pero sobre todo queremos que este análisis sirva de reflexión a la siguiente pregunta: ¿El libre mercado habría alcanzado una decisión tan ineficiente y contradictoria como la que supone que la mayor subida de la electricidad de nuestra democracia se produzca en la peor crisis económica que se recuerde?

Antecedentes

Cualquier transición, ya sea política, económica o social, tiene un coste. En 1996, el PP de José maría Aznar y de Josep Piqué, Ministro de Industria entonces, y las empresas eléctricas firmaron el Protocolo Eléctrico, un acuerdo que sentaría las bases para liberalizar el sector eléctrico español y dejarlo en manos del mercado. En este caso, los costes de dicha liberalización eran, siguiendo la Memoria Económica del Anteproyecto de Ley del Sector Eléctrico, de 1.988.561 millones de pesetas.

Es decir, casi dos billones de pesetas. A esta cifra se le denomina técnicamente Costes de Transición a la Competencia (en adelante, CTCs) y podrían ser definidos como la suma de las inversiones, adquisiciones de materias primas y/o servicios que el Estado aprobó y/u ordenó realizar a las empresas eléctricas, las cargas derivadas de la regulación anterior y los costes tecnológicos y administrativos que el nuevo régimen competitivo requiere para asegurar el libre acceso al mercado de los nuevos operadores.

El citado acuerdo, que preveía el pago de los CTCs en un período de diez años, fue perfeccionado en la Disposición Transitoria 6ª (en lo sucesivo, DT 6ª) de la Ley 54/1997, de 27 de noviembre, del Sector Eléctrico. Sin embargo, la redacción de esta DT 6ª causó gran incertidumbre en las empresas eléctricas en cuanto a la recuperación de los CTCs.

Déficit: definición y origen

Como hemos visto, al Estado, es decir, a nosotros, liberalizar el sector eléctrico nos costaba de partida dos billones de pesetas. A esa cantidad habría que sumar los costes de transporte, distribución, comercialización, régimen especial, prima por consumo de carbón autóctono y los costes de la tarifa integral. Si los ingresos obtenidos por medio de las tarifas integrales y de acceso no cubriesen los costes citados, habría déficit, denominado déficit tarifario.

Durante 1998 y 1999, el precio medio establecido en el mercado se situó alrededor de 6ptas/KWh, tarifa establecida por el Gobierno para esos años. Sin embargo, en 2000, debido a la incertidumbre que seguía causando la DT 6ª a la hora de recuperar los CTCs, junto con las sucesivas modificaciones que se introdujeron en dicha disposición y el temor de las empresas a que la Comisión Europea les permitiese seguir cobrándolos, hicieron que los precios del mercado mayorista de electricidad (pool) se elevaran. Esa subida de precios no había sido prevista por el Gobierno a la hora de establecer las tarifas, por tanto, cuando llegó la hora de pagar todos los costes del sector eléctrico, la cantidad recaudada no fue suficiente, dando lugar al déficit tarifario.

Responsabilidad política: PP y PSOE

Actualmente, Rajoy critica duramente a Zapatero por la subida que ha experimentado la electricidad desde que gobierna el PSOE, casi un 40% desde 2004. Y Zapatero le contesta a Rajoy que ellos no están haciendo otra cosa que solucionar un problema que creó el PP. Lo cierto es que los dos tienen parte de razón en sus críticas.

Por un lado, el PP desde 1996 a 2004 realizó política económica en el sentido estricto de la palabra, haciéndonos creer que una liberalización eléctrica con precios más bajos era posible. Para ello, se limitó a bajar el precio de la tarifa eléctrica mientras el déficit tarifario iba aumentando, algo realmente impensable viniendo de un Gobierno que tenía como principio rector de su política económica conseguir superávit en sus cuentas.

Por el otro, el PSOE desde 2004 no ha hecho más que multiplicar el déficit tarifario hasta convertirlo en una cifra casi infinita. Pero es que, además, nos sorprendió con una figura económica pintoresca donde las haya, el déficit ex ante. Esta figura consiste en calcular cuál va a ser el déficit del año que comienza para adelantárselo a las compañías eléctricas. Obviamente, el déficit real siempre ha sido superior al déficit ex ante.

Conclusión

Parece que, finalmente, ha tenido que ser la CNE la que solucione esta cuestión. El problema se habría solucionado desde un primer momento si cada consumidor hubiéramos pagado la electricidad al precio de mercado correspondiente. Como ese precio era casi un 30% más alto del establecido por el Gobierno en 2007, la recomendación de la CNE fue sencilla: suban un 30% la tarifa eléctrica. Una pena que la mayor subida eléctrica que vamos a sufrir en nuestra historia tenga lugar en medio de la peor crisis económica que hemos sufrido hasta ahora.

Óliver Serrano Gil, abogado especializado en Derecho energético

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