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Dos relevantes políticos checos están presos en Cuba, los diputados Ivan Pilip y Jan Bubenik. Pilip, además, fue Ministro en su país. El gobierno los acusa de “espionaje” porque se reunieron con unos disidentes en la ciudad de Ciego de Ávila. En la reunión, presumiblemente, los dos diputados les entregaron libros y revistas a los disidentes, así como material para que pudieran escribir: papel, cintas de máquina, algunos bolígrafos.

En realidad no existía el menor indicio de espionaje, subversión o cualquier otro delito, era, simplemente, un pequeño gesto de solidaridad entre demócratas. El gobierno de Praga ha protestado enérgicamente por vía diplomática y está en camino una crisis entre los dos países.

¿Por qué esta “escalada” represiva de las autoridades cubanas? Libertad Digital lo explicó en una reciente nota: la contrainteligencia cubana, por medio de su Sección Tres, desarrolla un plan encaminado a aislar a los demócratas disidentes de la Isla de cualquier contacto con el exterior. La salud de Castro se deteriora y el Ministerio del Interior se prepara para tratar de evitar cualquier evolución hacia la democracia cuando desaparezca el Comandante.

Dentro de ese espíritu de bunkerización se atacó a los diplomáticos españoles con el pretexto de la Cabalgata de los Reyes Magos. El objetivo era alejar a los disidentes del centro cultural creado por la Embajada de España en La Habana.

Pero ahí no termina el asunto. Mientras la contrainteligencia desarrolla su plan represivo en la Isla, la inteligencia cubana monta en España una ofensiva dirigida desde el ICAP, el Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos, organismo policíaco dedicado a armar artificialmente la solidaridad de los castristas españoles con la dictadura, y a reclutar agentes de influencia en los medios periodísticos, universitarios y cinematográficos, especialmente en el País Vasco, Valencia y Barcelona.

Para esos fines viajó, recientemente, a Madrid el actor Sergio Corrieri, alto oficial de la Seguridad del Estado y presidente del ICAP. Tal vez ya es hora de que las autoridades españolas actúen contra estos enemigos de las libertades de todos: cubanos y españoles.

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