Antonio Banderas llegó a su Málaga natal para disfrutar como cada año de de la Semana Santa. El actor estuvo acompañado, como es habitual, por su inseparable Melanie y la hija de ambos, Estela del Carmen. Mientras que a Banderas se le pudo ver vestido de nazareno en la procesión de su Virgen María Santísima de las Lágrimas, su madre, su mujer y su hija siguieron con atención todos los actos desde un balcón de la calle Larios. Su fervor es tan grande que cada vez que tiene que firmar un contrato pone sólo una condición: que durante los días de la Semana Santa le dejen libre.
Una vez concluidas las fiestas, Antonio se trasladó a Madrid para dedicarse a otra de sus grandes pasiones: el motociclismo. Presentó su escudería, Team Jack & Jones by Antonio Banderas, que así es como se le ha bautizado.
La afición por las motos le viene desde pequeño. De hecho, su primera moto, que comentó que no tenía ni embrague, la tuvo de jovencillo. Ahora tiene cinco, cuatro de carretera y una de trial. Una de ellas, una Harley Davidson, fue regalo de Melanie, que a su modo comparte esta afición con él; tiene su propia moto, pero no de la cilindrada de las de Antonio.
Su equipo de dos ruedas competirá esta temporada en el Mundial en la categoría de Moto2, y no descarta la idea de atreverse con la MotoGP en algún momento. Apareció vestido con el mismo uniforme que el resto de los componentes del equipo, sin querer restarles protagonismo en ningún momento. Se le vio haciendo alarde de su buen humor, feliz de ver cumplido este sueño. Confesó la gran admiración que siempre ha sentido por su gran ídolo, Ángel Nieto, sin desmerecer a Valentino Rossi, así que se llevó una agradable sorpresa cuando se enteró que nuestro campeón del mundo se encontraba allí.
La animación musical corrió a cargo de Los Vivancos, que fueron también los encargados de retirar la tela que escondía la moto que participará en el Mundial. En ese momento se marcaron un zapateado que simulaba el sonido de la máquina que representará su escudería. Los hermanos aprovecharon la ocasión para comentar la firma de un contrato de tres meses en Las Vegas.
Terminada la presentación, me entero que Antonio y señora se van a un restaurante de Madrid, concretamente a La Manduca. Al término de la misma llegó la sorpresa. Porque entraron dos, pero salió con ellos un tercero: Pedro Almodóvar. En más de una ocasión, tanto el actor como el director han declarado que les gustaría mucho volver a trabajar juntos. ¿Habrá algún proyecto en ciernes? Tiempo al tiempo.