El presente verano no va a ser el que mejores recuerdos le deje a Carmen Lomana después del accidente sufrido hace unos días, cuando viajó hasta la localidad asturiana de Llanes para visitar a su madre al igual que en años anteriores.
Allí fue donde tuvo el percance, que ocurrió por un fallo en los frenos del coche que acababa de alquilar. Carmen asegura que aparte de echar el freno, dejó metida una marcha ya que la calle estaba en cuesta. Y al salir fue cuando el coche comenzó a deslizarse, y al intentar pararlo le pasó una rueda por encima de su pierna, se golpeó contra una pared y casi pierde el conocimiento.
Con el susto metido en el cuerpo, Carmen es consciente de la suerte que ha tenido porque este accidente ha podido tener unas consecuencias mucho peores, no sólo para ella, sino para la gente que estaba en la playa, donde fue a parar el coche. Según me cuenta la propia Lomana, una amiga suya lo presenció todo, y lo primero que hizo fue mirar el freno de mano y vio que estaba echado.
No entiende cómo la compañía a la que alquiló el vehículo no se ha puesto en contacto con ella para interesarse por lo ocurrido. "No ha sido un hecho sin importancia, ha podido tener consecuencias muy graves", advierte.
Una vez que le dieron el alta en el Hospital de Valdecilla, donde tuvo que ser trasladada a consecuencia de los golpes recibidos, se marchó a Madrid por su propio deseo, y ha permaecido en su casa inmóvil, recibiendo masajes y tratamiento en la pierna afectada.
Ahora se traslada a Marbella para intentar reponerse totalmente y además tiene mucho interés en que le haga una revisión un amigo suyo traumatólogo.
Carmen es una mujer fuerte, ya lo ha demostrado con creces a lo largo de su vida, que no sólo se ciñe a las pasarelas de alta costura, ni a los cocktails. Dentro de muy poco seguramente la podremos ver tan estupenda y elegante como es costumbre en ella.