Concha Velasco está atravesando una etapa de su vida un tanto complicada. Todavía está muy reciente la muerte del que fuera su marido, Paco Marsó, a pesar de que estuvieran divorciados desde hace unos años.
Le ha venido muy bien estar trabajando en el teatro, obteniendo cada día un éxito insuperable con la obra La vida por delante. Han llegado a las 400 representaciones y el número de asistentes ya es de 250.000.
Concha ha declarado lo feliz que se siente y reconoce que el estar en activo le está ayudando a sobrellevar la pérdida de Marsó. Así es como siempre le llamaba.
Acaba de cumplir 71 años y lo celebró en su casa tranquila, con sus hijos y nieto. Disfrutó mucho yendo al concierto de Raphael, en Madrid, donde tuvo muchas muestras de cariño de la gente que fue a ver al cantante.
Se disculpó por la reacción que tuvo hace unos días cuando se encaró con unos reporteros que le preguntaron por esa mujer, una tal Elisa, que hace unos días fue a un programa de televisión para contar la historia que vivió hace muchos años con el desaparecido productor teatral. Con él tuvo dos hijos, uno murió de niño y el otro cuando contaba 20 años por sobredosis. En esa entrevista, Concha no salió bien parada, y al preguntarle por ella, la actriz se enfadó, y dijo que los periodistas eran unos mafiosos.
A consecuencia de ese altercado, sus hijos le recomendaron que no debería contestar mal a nadie. Y concluyó diciendo que a los muertos hay que dejarles en paz y sobre todo no hablar mal de ellos porque no se pueden defender.
Una medida que deberían adoptar muchos de los que se dedican a pasearse por los platós sólo para hablar mal de la gente y así pensar que tienen su minuto de gloria.
Es muy posible que la veamos presentando un programa. Les puedo adelantar que lleva muchos años emitiéndose y que goza de un gran éxito. Las conversaciones están en marcha, sólo falta cerrarlas y firmar, por eso prefiere ser cauta y no precipitarse.
La Velasco es muy lista, y a pesar de todo lo que está pasando, saldrá adelante y victoriosa. Tiene unos hijos que la adoran y están pendientes de ella en todo momento.