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Carlos Pérez Gimeno

El beso de Iker y Sara da la vuelta al mundo

Lo único que nos faltaba a los que somos periodistas es que nuestro propio presidente, el señor González Urbaneja, nos mine desde dentro. Una vergüenza y si él tuviera un mínimo de dignidad debería dimitir de su puesto de la Asociación de la Prensa.

Iker Casillas y Sara Carbonero, sín ningún género de dudas, son la pareja del momento y los protagonistas del recién terminado campeonato del mundo de fútbol. Indiscutiblemente el beso entre estas dos estrellas va a convertirse en la imágen del Mundial. En todos los medios de comunicación del mundo, se ha comentado ese beso, producto de la naturalidad del capitán de la selección.

Iker, una vez pasada la euforia del primer momento, comentó que lo hizo con toda la espontaneidad y le quitó importancia al asunto. No se puede ser más normal que éste hombre. Casillas, con "dos narices", ha tapado la boca a todos los que criticaron al comienzo del Mundial la presencia de la periodista y afirmaban que descentraba al guardameta

Hay que ser muy machista para decir semejante majadería. Bastante intrusismo hay en la profesión y lo único que nos faltaba a los que somos periodistas es que nuestro propio presidente, el señor González Urbaneja, nos mine desde dentro. Una vergüenza y si él tuviera un mínimo de dignidad debería dimitir de su puesto de la Asociación de la Prensa.

Ese beso, que fue una maravilla, es la imágen más tierna y sensible del Mundial y una auténtica bofetada a esas absurdas declaraciones después de haber perdido el encuentro contra Suiza.

Iker, es una persona sana y tiene mucha más experiencia que su guapísima novia. A Sara se le ve con miedo y mucho más insegura, le ha desbordado el tema. Y es que, al fín y al cabo, tiene solo 25 años, aunque con una trayectoria fantástica, por lo que debería tener más tablas ante ésta situación. Es muy jóven todavía y, con toda seguridad, todo lo vivido maracará un antes y un después.

En el mercado de la publicidad son uno de los valores más solicitados y a los que más pagarían en este momento. Seguro que más de una gran firma les pondrá un cheque en blanco encima de la mesa. Ahora sólo falta saber si habrá boda a corto plazo, para que todo esto tenga un final todavía más felíz.

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