La expectación y el morbo estaban servidos ante el estreno nuevamente de la obra Cayetana, su Pasión, representada por la bailaora Cecilia Gómez, con la participación de Antonio Canales.
Una publicidad nada favorable para el bailaor, pero todo lo contrario para que la gente acuda al teatro, después de la pillada protagonizada por Canales y su acompañante, que aparentemente parecía su novio. En un principio, ambos aparecían en actitud cariñosa en una playa, pero a medida que pasaba el tiempo se fue transformando en una pasión desmesurada, a plena luz del día.
Lo que nunca se pudo imaginar es que ese momento de locura y desenfreno le iba a pasar factura, que iba a ser presa de una cámara de un paparazzi y que esas fotos iban a salir a la luz, y por consiguiente, a hacerse públicas.
Por ese motivo, el artista no ha tenido más remedio que hacer frente a la situación y hacer unas declaraciones al programa de La mañana de TVE1 en las que ha pedido perdón, teniendo que pasar el correspondiente bochorno.
La historia parece que no se va a quedar ahí, y es posible que el acompañante asista a un programa de televisión para contar todo lo sucedido con todo lujo de detalle, y así rentabilizar el encuentro con el bailaor.
En el estreno de la obra, ese era el comentario general. Es de suponer que Canales lo tiene que estar pasando muy mal, ya que es un hombre que estuvo casado, y de su matrimonio nacieron tres hijos.
Hay que recordar que Antonio, hace un tiempo, hizo una declaraciones muy poco afortunadas, en contra de compañeros de profesión, la primera contra la gran Cristina Hoyos, tachándola, entre otras lindezas, de fea. Con Rafael Amargo, se metió con sus ademanes y arremetió contra la "pluma" que tenía. Cuando llegó al estreno, acompañado por Cristina Marsillach, lo primero que le preguntaron fue por las fotos, y de manera muy elegante respondió con cierta ironía: "Es una faena, pero hay que ser más cauto".... Con eso lo dijo todo.