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Carlos Pérez Gimeno

Isabel Preysler, hundida

La señora de Boyer siempre ha sabido muy bien cómo tratar a la prensa y tiene sus grandes defensores, al igual que detractores, pero pobre del que esté en su lista negra, porque no le sacará ni media palabra.

La reina del glamour está atravesando uno de los momentos más amargos de su vida a consecuencia del fallecimiento de su hermana Beatriz por un cáncer de pulmón que ha terminado con su vida.

A pesar del terrible suceso, en las pocas imágenes que se han podido ver Isabel estaba perfectamente arreglada de luto riguroso, gafas negras para esconder como es lógico el hinchazón de los ojos por haber llorado, gran tacón, y el clásico bolso "Kelly de Hermés", imposible que se le escape un detalle y, además, llevaba el pelo recogido en una coleta. Eso sí,  toda la familia que vive en Madrid se ha mostrado muy unida en torno a su abuela Betty, que con toda seguridad se habría trasladado desde Filipinas al ser informada de la gravedad de su hija.

A pesar de lo unidas que estaban las hermanas, en muchos aspectos eran muy diferentes. La señora de Boyer siempre ha sabido muy bien cómo tratar a la prensa y tiene sus grandes defensores, al igual que detractores, pero pobre del que esté en su lista negra, porque no le sacará ni media palabra. Todo lo tiene mucho más que calculado y pensado mientras que a su hermana nunca le interesó nada, ni la prensa, y raras veces se les pudo ver juntas en un acto social.

Hace años se la relacionó con Francisco de Borbón, actual duque de Sevilla, una historia que duró muy poco. Desde que se trasladó a vivir a Madrid, después de divorciarse del responsable de la cuadra de caballos del Sultan de Brunei, su vida fue muy discreta. Vivía en el barrio de Chamberí en Madrid y hacia una vida muy normal.

Isabel ha estado en todo momento rodeada por sus hijos Julio José, Ana y Tamara, que ha sido la única vez que no se le ha visto reír. Gracias a su simpatía y forma de hablar tan pija es uno de los personajes mas queridos por la prensa.

Para evitar líos mediáticos se ha celebrado una misa en la intimidad familiar, una vez concluidas las exequias.

Tantas han sido las muestras de condolencias que ha recibido que ha tenido que dar las gracias por medio de un programa de televisión y así mostrar su agradecimiento.

No se le escapa ni media.

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