El actor ya se encuentra en su casa, después de permanecer hospitalizado desde el pasado mes de enero a consecuencia de sufrir una infección en las vías urinarias, motivo por el cual tuvo que ser intervenido quirúrgicamente en dos ocasiones, y su salud ha pasado por momentos verdaderamente críticos.
Todo apunta a que los malos tiempos han quedado atrás para el eterno galán, y que su recuperación física es solo cuestión de tiempo.
Su propia familia ha conseguido hacer la salida de la clínica de la manera más discreta, hasta el punto de no haber ninguna imagen de la misma. Conociendo a Carlos Larrañaga, y sabiendo lo coqueto y presumido que es, no sería de extrañar que hasta no verse totalmente recuperado y en plena forma, sea imposible que nadie le vea, a excepción de sus hijos, que han sido los únicos que han estado en todo momento al lado del actor y pendientes de su evolución.
A pesar de haber abandonado el centro hospitalario, el equipo médico que le ha atendido todos estos meses lo tiene totalmente vigilado para evitar cualquier tipo de riesgos.
La guerra de Carlos Larrañaga contra la enfermedad ha sido cruenta. Ha logrado vivir, y ahora necesita esa recuperación para conseguir su gran triunfo, y ver cumplido su proyecto de regresar a los escenarios con la que fuera su mujer durante más de 20 años, la también actriz María Luisa Merlo, y con la que mantiene una excelente relación.
Una obra que lleva por titulo Quizás, Quizás, que tenía planeado estrenar el próximo mes de agosto en San Sebastián. Si todo continúa por buen camino, hay grandes posibilidades de que pueda conseguirlo.