Parece que en la actualidad los temas personales se le han ido solucionando a la modelo después de conocer a su nuevo amor, el centrocampista del Atlético de Madrid Mario Suárez.
Malena lo pasó mal hace unos meses después de una inesperada ruptura con el capitán del FB Barcelona, Carlos Puyol, con el que mantuvo una relación durante un año. La modelo siempre fue muy discreta con respecto a su separación y nunca habló mal del que fuera su novio durante ese tiempo.
En la actualidad, su situación es muy diferente, y su vida ha dado un gran giro a todos los niveles. Hace unos meses decidió trasladarse de Barcelona a Madrid. Lo hizo por motivos principalmente profesionales, pero sin olvidar que así también ponía tierra de por medio entre ella y el que fuera su novio. Era una forma de romper con un pasado que no le resultaba nada fácil, ya que la decisión de no continuar juntos no fue de ella. Ahora, con Mario Suárez, está feliz porque, aparte de lo bien que está en propias palabras de Malena, viven en la misma ciudad.
Cuando le preguntan por su anterior relación, haciendo alarde de la discreción que la caracteriza, sólo se ciñe a comentar lo bien que se llevan y lo amigos que son. No entiendo por qué la gente conocida o famosa siempre hace esas mismas declaraciones después de una ruptura, y sobre todo en este caso, que fue bastante traumática. No hay quien se crea que de un día para otro se pueda ser amigo de alguien que ha sido tu novio durante un tiempo, y todos se empeñan en hacer las mismas confesiones y poner buena cara. ¿No sería más natural decir la verdad?
Me llama la atención la querencia que tiene la modelo hacia los profesionales del balón, a pesar de confesar que, cuando conoció a Suárez, no sabía quién era ni a lo que se dedicaba. Será una de tantas casualidades de la vida.
El caso es que a la pareja le va estupendamente, y los planes mas inmediatos que tienen es irse a pasar sus vacaciones de verano a las Baleares.
Todavía es pronto para hablar de boda, lo primero por lo jóvenes que son, y lo segundo, por el poco tiempo que llevan saliendo. Ya se sabe que las prisas no son buenas, y si no que se lo pregunten a Guti, pues todo apunta a que ha echado el freno y por el momento no hay boda en verano, y para otoño, todavía está por ver. Todo a su debido tiempo.