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Carlos Pérez Gimeno

Ortega Cano sigue luchando por su vida

Ortega Cano ha pasado unas noches complicadas a causa de una afección pulmonar que tiene a los médicos muy preocupados.

Por desgracia, la gravedad del estado de José Ortega Cano no remite. El fin de semana ha sido como los días anteriores, por no decir que peor, ya que ha pasado unas noches complicadas a causa de una afección pulmonar que tiene a los médicos muy preocupados.

Su sobrino, Paco Ortega, es el encargado de transmitir los partes médicos a la prensa y se ha hecho de alguna manera el portavoz de la familia.

Como es sabido entre los Ortega y los Mohedano la relación es prácticamente inexistente, de hecho cuando coinciden en la sala de espera de la clínica donde está ingresado el maestro el ambiente es tan tenso que se puede cortar con cuchillo.

Por ese motivo, Amador Mohedano, hermano de la desaparecida Rocío Jurado, ha preferido no volver al hospital donde está ingresado el maestro y así evitar tener que coincidir con algún miembro de la familia de su cuñado, a los que no tiene nada que decir.

Su hermana Gloria y su marido Antonio, por el contrario, son los únicos que mantienen buena relación con la familia, y acuden en las horas de visita para interesarse por el estado de su cuñado. De paso son los que informan a Amador, que después de lo ocurrido ha preferido quedarse en Chipiona y no volver a aparecer.

Chayo Mohedano no puede ir a visitar a su tío por encontrarse embarazada: el médico le ha aconsejado que procure evitar ir a centros sanitarios, porque siempre hay virus y en su estado no es conveniente.

Es una pena que las familias estén en pie de guerra, porque es totalmente lo contrario al deseo del torero, que es una mágnífica persona, y que continúa luchando por su vida sin saber lo que le espera, sí logra recuperarse, cuando se entere del fallecimiento de la persona con la que colisionó su coche.

Las piernas las tiene destrozadas y es muy probable que tengan que volver a intervenirle quirúrgicamente si su evolución es favorable. La rehabilitación será larga pero no tanto como las secuelas interiores que le van a quedar para el resto de su vida.

Una tragedia, se mire por donde se mire .

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