Menuda sorpresa se llevó Rafa Camino hace unos días, cuando decidió ir a la que todavía es su casa de casado con el fin de recoger algunas pertenencias aprovechando la ausencia de su todavía mujer, Natalia Álvarez.
En el momento de introducir la llave en la cerradura, se dio cuenta de que había sido cambiada, con lo cual era imposible el acceso. Lo primero que hizo fue ponerse en contacto con su abogado, Marcos García Montes, y contarle lo sucedido. Éste le aconsejó que avisara a un cerrajero y que depositara en la comisaría el nuevo juego de llaves, para que al regreso de su mujer, pudiera entrar en la casa.
Cuando esto se ha sabido, se ha llegado a decir que como la situación de la pareja es muy tensa, Natalia le había puesto una demanda, hecho que ha desmentido Teresa Bueyes, la abogada que lleva su proceso de divorcio.
El día 26 de enero se tendrán que ver las caras en el juzgado. Es la fecha señalada para establecer las medidas provisionales. Y el 16 de febrero se celebrará la vista para el divorcio que, con toda probabilidad, será un tanto complicado por la demanda que en su día interpuso Natalia acusándole de malos tratos psicológicos.
Los problemas de esta ya deshecha pareja saltaron cuando aparentemente se llevaban bien a pesar de llevar alrededor de un año separados. Después se supo que tenían problemas económicos y que los padres de Natalia les estaban ayudando.
Por ese motivo, los dos están de acuerdo en vender la casa que en su día fuera el domicilio conyugal, pero en el resto todo es contencioso.
A Rafi se le esperaba en la entrega de premios que todos los años otorga la peña taurina femenina "Majas de Goya" que casualmente preside Mari Ángeles Sanz, madre del torero. Cuando se le preguntó por su hijo, excusó su ausencia, y quitó importancia a todo lo que estaba ocurriendo, limitándose a decir que adoraba a Rafa y que deseaba que todo esto pase cuanto antes.
De momento hay que esperar que los juicios se celebren y por el bien de los dos que lleguen pronto a un acuerdo, porque hay un niño de por medio y como siempre será el más perjudicado.