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Carlos Pérez Gimeno

Raphael y su reencuentro

Cuando quedaban apenas 30 minutos para que finalizara el recital, llegó el doctor Enrique Moreno, acompañado de su joven esposa. Él fue quien le practicó el transplante de hígado hace unos años.

No cabe duda que a Raphael el éxito lo persigue. El teatro de La Zarzuela de Madrid estaba totalmente lleno. El cantante estuvo tres horas encima del escenario, sin parar; como es habitual en sus actuaciones, no hubo descanso.

El de Linares derrochó energía, y el público que llenaba la sala no paró de vitorearle, aplaudirle, y ponerse en pie en cada una de sus canciones.

No faltó ningún miembro de su familia. En uno de los palcos se encontraban Natalia Figueroa, con su hijo Jacobo y su mujer, la actriz Toni Acosta. Carmen Jara acudió con su hermana Soledad, viuda de Paco Gordillo, representante tantos años del artista al que les unía una enorme amistad, y gracias a él, Manuel Alejandro y Raphael volvieron hacer las paces. El resultado de esa unión ha sido el nuevo trabajo del artista, El Reencuentro, que es todo un éxito de ventas.

Un concierto duro para Soledad Jara, que en más de una ocasión tuvo que secarse las lágrimas por la cantidad de recuerdos que vivó durante el tiempo que duró la actuación, ya que todavía no se ha cumplido un año de la desaparición de su marido.

En la primera fila no podían faltar sus fans mas fieles: me refiero a Alaska y a su marido Mario, que un poco más y saltan al escenario, por los brincos que daban desde sus butacas.

Nuria González prefirió esa tarde cambiar los toros por ver al artista, y Concha Velasco llegó en compañía de su hijo Manuel. La actriz, al referirse a su amigo, comentó: "Adoro a Raphael desde sus comienzos, y siempre que he podido, he ido a verle". Lucía Bosé, con un sombrero que hacía imposible que pasara desapercibida, tampoco quiso perderse el concierto, al igual que Ana Rodríguez, exmujer de José Bono, que acudió a disfrutar de la actuación de su consuegro. Llegó acompañada por una amiga, y no se sentó con su hija Amelia que estaba en otro palco con su marido Manuel. Desgraciadamente, no apareció con ese señor con el que ha declarado que ha rehecho su vida. Hasta el momento todos son especulaciones.

Hubo momentos muy emocionantes, sobre todo cuando saludó de manera muy entrañable a Manuel Alejandro, y cuando reconoció que había vuelto a la vida. La gente le gritaba desde "No te vayas nunca" hasta "Robert Redford".

Cuando quedaban apenas 30 minutos para que finalizara el recital, llegó el doctor Enrique Moreno, acompañado de su joven esposa. Él fue quien le practicó el transplante de hígado hace unos años. A pesar de la cantidad de público que llenó el teatro, por suerte no había ningún miembro de la familia de Enrique Morente, porque la situación hubiera sido muy desagradable a consecuencia del contencioso que mantienen por la muerte del cantaor.

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