La bailaora Sara Baras fue elegida Mujer del año por el círculo Olay. Un galardón concedido tanto por la trayectoria personal como profesional, que con su arte ha llevado a España a alcanzar las cotas más altas en todo el mundo.
Durante el acto, la artista, muy emocionada, dijo: "Me he pasado la vida bailando y lo he llevado muy bien. Ahora estoy aprovechando este descanso para poder hacer lo todo lo que antes no podía por mi entrega a mi trabajo y por consiguiente, la falta de tiempo. Es un buen momento para estar con mis padres, leer, pasear, y marcarme algún bailecito de vez en cuando. Espero que esto no dure mucho y embarazarme lo antes posible, es mi proyecto más inmediato"
Su cabeza no para, pese a que está en esa situación de descanso desde el pasado mes de abril se pasa el día pensando en nuevos proyectos y viendo espectáculos de otros artistas.
A Sara en todo momento se la veía relajada, con ganas de hablar sin ningún problema, hasta que entramos en terreno pantanoso: Cecilia Gómez. Al preguntarle por la que fuera bailaora de su compañía, su respuesta fue contundente aunque no perdió la sonrisa en ningún momento: "No pienso hablar de ese tema" Se negó a decir cómo era su relación actual. Ni una sola palabra más al respecto, ni un buen deseo para su espectáculo. Con esa actitud, está muy claro que tras su despedida de la compañía entre ellas no hay ni el más mínimo atisbo de amistad, ni de relación en absoluto.
De su vuelta a los escenarios, ni la propia Sara lo sabe. Todo depende de cuándo se quede embarazada. Está volcada en el tema y puede ser en cualquier momento. Añadió: "El día que me digan que el bebé viene de camino, seré la mujer más feliz del mundo".
José Serrano, su pareja, no quiso tener ningún protagonismo. Es un hombre discreto y prefirió que la galardonada posara sola. Se llevan muy bien, su relación es larga, llevan juntos diez años y trabajan en lo mismo. "Ahora nuestro proyecto es ser padres, es el sueño más grande de ésta vida". No paraba de decirlo. "Si Dios quiere, podré dar esa noticia", apuntaba Sara, que añadía: "Si fuera niña y quiere dedicarse a lo mismo pues adelante".
Tiene muy claro que tanto José como ella piensan dar a sus hijos la misma educación que han recibido ellos. Está encantada pensando que conocerán el mundo del arte desde pequeños, y reconoció que todo lo que tiene se lo debe a sus padres, sobre todo a su madre, que desde pequeñita cuando ella bailaba se la llevaba a los espectáculos: "Nunca tendré palabras suficientes para agradecerle todo lo que hizo por mí".
Así de feliz está nuestra bailaora más internacional, pero aunque ahora tenga tanto tiempo para ella, no me la imagino acercándose al teatro para ver a su antigua subalterna.