Por mucho que se empeñe María José Campanario en caer bien a la gente, lo cierto es que lo tiene muy difícil. Da igual que haga reportajes dirigidos por Nati Abascal, dando la imagen de matrimonio feliz y unido, que indudablemente lo está. El caso es que la gente no es tonta y en sus dos apariciones públicas por el juicio que tiene pendiente por la presunta estafa a la seguridad social, la llegada a los juzgados de Cádiz ha sido dura. A pesar de aparentar tranquilidad, tanto la madre como la hija han salido escaldadas por al cantidad de abucheos e insultos que han tenido que soportar.
Todo está pensado al milímetro. Las implicadas llegaron de la mano y así se mantuvieron todo el tiempo que duró la comparecencia ante los magistrados. La gran sorpresa fue la aparición de Jesulín, dando apoyo a su mujer y a su suegra. Hay que demostrar que esa familia es una piña. María José aparecido con coleta, muy juvenil, como si fuera una ingenua adolescente, vestida con colores claros, muy primaverales.
El letrado que le lleva el caso es Francisco Baena Bocanegra, que goza de un gran prestigio. Él mismo ha declarado que no vale todo para saber la verdad. Y yo me pregunto: ¿qué pensará la gente que no llegue a final de mes y estas señoras intentando salirse de rositas? Si esas escuchas telefónicas son públicas, y la gente lo conoce, con toda seguridad que se van a enfadar mucho y reincido en el problema del paro.
En muy pocos días sabremos si el juez acepta anular las escuchas como prueba, alegando que las mismas formaban parte de otro caso, llamado "Halcón". El que afecta a María José y su madre es el caso "Karlos". El primero incluye unas escuchas, legalizadas por el juez, en el marco de la investigación de un supuesto fraude a la Hacienda Pública, mediante falsificación de facturas, y el segundo se refiere a la Seguridad Social.
A la mujer de Jesús Janeiro le esperan días muy duros, a pesar de lo arropada que pueda sentirse por su marido, y aunque intente dar un aspecto de mujer fuerte y segura, como se suele decir, la procesión va por dentro
De momento el juicio se ha aplazado hasta el viernes. Todavía queda mucho por ver. Según la propia Campanario ella ya ha sido juzgada mediáticamente y por supuesto declarada culpable.
Ahora le toca el turno a la justicia, que es quien tiene la última palabra. Las pruebas ahí están por mucho que se empeñe en obviarlas su abogado. Solo falta esperar para ver cómo termina todo este embrollo en que todos quieren ser inocentes.
Hace falta tener la cara como el cemento de dura.