Menú
Carlos Rodríguez Braun

Desregulación y catástrofe

Leo este titular de El País: “California sufre continuos cortes de luz tras la desregulación del sector”. Por si hubiera dudas, la entradilla destaca “las catastróficas consecuencias de la desregulación del sector eléctrico”. El mensaje obvio es que el mercado no funciona y que se necesita la intervención benéfica y reguladora de las autoridades para evitar la catástrofe. No hay por qué seguir leyendo.

Sin embargo, la propia crónica de Enric González desde Nueva York prueba que la conclusión obvia extraída es cualquier cosa menos obvia. Informa González de que la llamada “desregulación” fue en realidad un rosario de intervenciones, como las participaciones cruzadas de las compañías suministradoras, la constitución de una agencia pública de intermediación entre fabricantes y distribuidores, la limitación de las tarifas, la obligación de adelantar los pagos por la deuda acumulada y el endurecimiento de la legislación medioambiental. En esas condiciones la catástrofe fue inevitable, por las trabas de todo tipo que las autoridades levantaron para la construcción de nuevas centrales eléctricas, justo en el momento en que la demanda de energía subía como la espuma impulsada por el crecimiento de la economía.

Lo que no dice Enric González, y debería, es que otra de las razones del caos es que en California (por cierto, como en España, y así nos luce el pelo) no se ha frenado el poder de los grandes grupos económicos con una reforma a la Thatcher, es decir, que separe el transporte de la energía --la llamada “distribución”-- de la generación y la venta. Incluso en los propios Estados Unidos hay lugares, como Massachusetts, donde sí se hizo y el resultado fue bueno.

En Libre Mercado

    0
    comentarios