Menú
Carlos Ruiz Miguel

El doble objetivo de ETA (revisado)

El brutal atentado del 11 de marzo de 2004 plantea la discutida cuestión de la implicación de ETA. El único dato fiable, hasta el momento, es el comunicado del director del CNI, Jorge Dezcallar, desmintiendo la intoxicación de la SER según la cual el servicio secreto español afirmaría en un 99% de posibilidades la autoría de Al Qaeda desestimando, por tanto la hipótesis ETA y otras. Esto nos lleva a la siguiente cuestión. ¿A quien benefician los atentados? Y la respuesta es que la mayor beneficiada sería ETA para quien esto sería la última oportunidad de conseguir sus objetivos. Y para conseguir esos objetivos resulta imprescindible derrotar al PP y abrir la posibilidad de un gobierno en el que puedan entrar el partido de Carod Rovira y quienes aún no se han atrevido a confesar que comparten su misma estrategia. Cuestión distinta es en qué medida estos atentados pueden beneficiar a otra organización terrorista y a cuál. En definitiva, ¿es el terrorismo islámico cómplice de ETA? ¿tienen objetivos comunes?
               
El primer objetivo de ETA ha sido señalado poco después de producirse la masacre: ETA, para poder condicionar las decisiones políticas necesita que España esté aterrorizada. Una vez que el enemigo esté aterrorizado, podrá ofrecer la “paz” a cambio de poner fin al terror. Si los enemigos de ETA dejamos de tenerla miedo, ETA actuará en vano. Este objetivo puede haber sido compartido con otros grupos terroristas
               
Pero hay un segundo objetivo para ETA y sus cómplices que también puede haber sido compartido. No basta con aterrorizar... hace falta que aquellos sectores políticos más fácilmente aterrorizables estén en el poder. Si estos sectores políticos débiles alcanzaran el poder el objetivo de la negociación sería más fácil de conseguir.
               
La infamia del 11-M ha sido diseñada para conseguir los dos objetivos. El primero, el terror, lo ha pretendido conseguir al realizar la acción más salvaje de la historia de España y una de las más crueles de toda Europa: un crimen masivo, indiscriminado y despiadado. El segundo objetivo se persigue creando confusión en torno a la autoría. Con esta intoxicación pretenderían ETA y sus cómplices que el PP perdiese las elecciones y alcanzasen el poder los grupos más “comprensivos” con la negociación con ETA y sus eventuales cómplices (y lo ocurrido hace unas semanas nos dice quienes se han mostrado tan “comprensivos”). En esta trampa ha caído el ministro Acebes en la tarde del 11-M.  La existencia de indiciones de escasa fiabilidad (como una cinta con versos del Corán grabados que se puede adquirir en cualquier “top-manta” musulmán o el supuesto mensaje al diario “Al Qods”) son una trampa dirigida a provocar confusión. Es su enésima mentira. Su enésima trampa. ¿Será la última? La respuesta la tendrán las urnas el 14 de marzo.
 

En España

    0
    comentarios