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Carlos Semprún Maura

Cajón de sastre

En Francia, y muy concretamente en la enseñanza, cuando los profesores y alumnos no están de vacaciones, están en huelga. Todo ello en nombre del socialismo en la educación y de la igualdad de oportunidades que exigen los sindicatos.

La prensa francesa no ha dicho prácticamente nada sobre la histérica campaña de infundios contra Esperanza Aguirre y el espionaje descarado y sistemático de El País y de los servicios del señor Rubalcaba contra el PP. Podría parecer que es por sensatez, por no creerse las informaciones, pero es más simple que eso. Como ya he podido señalar en otras ocasiones, a los medios franceses España no les interesa para nada, si bien los socialistas franceses siguen citando a Zapatero como un modelo para "afrontar la crisis" (a diferencia de Sarkozy que, según ellos, es un desastre y sólo ayuda a los bancos pero no incrementa los salarios mínimos). Deberían leer de vez en cuando el New York Times donde el otro día aparecía un artículo dedicado a la crisis económica española, la más grave de Europa.

La verdad es que la crisis en Francia aún no se nota del todo, se dejo percibir mucho más el verano pasado debido al aumento vertiginoso del precio de la gasolina y de muchos productos de "primera necesidad". Pero todos esos precios han disminuido considerablemente e incluso la crisis inmobiliaria está siendo positiva, ya que, por ejemplo, se les están abaratando los precios a quienes quieren comprarse un piso. He escrito aún adrede, porque el paro está aumentando y la deuda pública también lo está haciendo, y de forma abismal, lo cual tendrá sus consecuencias.

Pero estamos en febrero, mes de vacaciones en la Educación Nacional y como ha nevado mucho, las estaciones de esquí están abarrotadas. Hace ya varios años que las vacaciones de febrero se alternan según las zonas administrativas; por otro lado, es una señal de normalidad à la française que las universidades, los colegios y los liceos que no estén de vacaciones, se encuentren en huelga. La huelga durará hasta que les toque el turno de irse de vacaciones y se reanudará cuando éstas terminen, 15 días más tarde. En Francia, y muy concretamente en la enseñanza, cuando los profesores y alumnos no están de vacaciones, están en huelga. Salvo en la enseñanza privada y las Grandes Écoles. Todo ello en nombre del socialismo en la educación y de la igualdad de oportunidades que exigen los sindicatos.

La situación en Guadalupe se agrava y probablemente se extenderá a la Martinica. La huelga general se endurece: barricadas en las carreteras, incendios de coches, destrucción de almacenes (vacíos, por cierto), batallas con la policía y un muerto, aún no sé en qué condiciones, pero muerto por bala. ¿Exigen la independencia?, preguntan alelados los periodistas. ¡Ni hablar! Exigen más Estado, francés claro, no cubano.

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