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Carlos Semprún Maura

Confesiones impúdicas

“Dentro de unos segundos entrará en la sala del Consejo el Gran Satanás, el enemigo público número uno, y tendré que hacer de tripas corazón, y sonreír, y tratarle de “Monsieur le Président”, a este hijo negro de la noche negra, que tan vilmente se metió conmigo, aprovechándose de la fiesta nacional, y tres días después esos cretinos de jueces se declaran “incompetentes”, para llevar ante los tribunales a ese malvado que no usó su tarjeta de crédito, sino billetes, para sus viajes... Y, por cierto, a propósito de billetes, como vamos a hacer, cuántos camiones serán necesarios para llevarlos al Banco de Francia antes de que pierdan todo valor, y sean sustituidos por esos malditos euros del imperialismo alemán....

“La justicia no funciona, dice el máximo repelente, la policía no funciona, la inseguridad aumenta, los impuestos no disminuyen... y ¿cómo van a disminuir con todos los gastos que tenemos? El paro va a aumentar, dice ese asqueroso Presidente, y ¿cómo no va aumentar, si tenemos que impedir que la reacción triunfe el año que viene...

“Y ese cretino de Jean d’Ormesson, académico carca, quien hoy mismo en ese órgano de la reacción que es “Le Figaro”, le pone a Chirac por la nubes, en esa entrevista de marras, y se atreve a escribir que, si aún no es del todo seguro que triunfe el año que viene, es indiscutible que se ha impuesto como el único líder de la oposición y le vitorea, como si de un verdadero jefe de Estado se tratara, cuando el único soy yo, yo, y solamente yo...

“Y, esta misma mañana, Sylviane, antes del desayuno, me dice, con cara triste, que tenga mucho cuidado en Génova, que sus amigos de “Le Monde Diplomatique” y “Attac” van a desfilar contra mí. No, le digo, contra mí no, contra Berlusconi, Bush y Chirac... Pero tú estarás reunido con ellos, cómplice del efecto invernadero y de la explotación del hombre por los bosques. Y me entero de que nuestros camaradas del PDS, con Massimo d´Alena a su cabeza, también van a desfilar contra mí...

“En el fondo no me extraña, estos estalinistas de mierda, convertidos en social-traidores, sólo son oportunistas pequeñoburgueses. Ayer, Manuel me tradujo lo que acaba de escribir ese lord carca de Dahrendorf. ¡Un comino!, que se atreva a darme, ¡a mí!, lecciones de democracia, yo que toda mi vida fui demócrata-trotsquista, demócrata-masón, demócrata-socialista... y ¿qué culpa tengo yo si tres gamberros han matado a un SDF? y, además, ¿cómo han podido violar a un tipo tan sucio, tan viejo y tan feo?

“Y, a propósito, me han dicho que cuando Julio Feo estaba en la Moncloa, tenía un gran armario atiborrado de billetes, y hacía lo que quería con ese dinero... Pues yo tengo que tener mucho cuidado, sobre todo con ese maldito euro. ¿Será mejor llevar este tesoro de guerra de una vez, o que cada ministro envíe sus secretarias, en una ronda de ambulancias?

“Se acerca, le oigo, llega, me entran retortijones...Vendrá ufano, con aires de vencedor, el muy... Como ese cabrón de gringo que ganó la etapa de ayer. Lo ganan todo, la guerra, el espacio, las nuevas tecnologías y hasta nuestro Tour...

“Bonjour, Monsieur le Président! Vous avez bien dormi?”

(Estas líneas están sacadas de un par de folios, encontrados a la una y cinco de mediodía, el miércoles 18 de Julio, en una papelera de la sala del Consejo del Palacio del Elíseo. Un ujier las salvó de la hoguera y me las envió. Somos de la misma logia... la letra parece ser la de Lionel Jospin. Sin garantías.)

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