Este domingo tendrá lugar la primera vuelta de las elecciones municipales de Francia. Me doy cuenta de pronto de que hubiera podido votar, como europeo, pero, distraído y holgazán, como de costumbre, no me inscribí a tiempo, pero ahora todo te lo envían a casa y la única “molestia” es ir a correos, para enviar, gratis, el voto. No siempre la Administración es tan eficaz.
Lo digo porque estaría bastante perplejo ante la disyuntiva de a quién votar. He podido percatarme de semejante perplejidad con mis amigos, y muy concretamente con mi mujer (francesa de pasaporte, pero armenia de origen, todavía hay clases...). En París, la derecha dividida, no presenta candidatos que entusiasmen: el soberanista Seguin o el muy usado Tiberi, alcalde actual. La izquierda-unida-jamás-vencida, presenta al papanatas de Delance (¡no, no! Dicen algunos amigos, es mejor de lo que aparenta, ¡pues menudo elogio fúnebre!). La extrema derecha, asimismo dividida, está, como en toda Francia, de capa muy caída. Yo intuyo una fuerte abstención en esta primera vuelta. Veremos
Leo en la prensa española, con motivo del robo de 1600 kilos de explosivos, por un comando de ETA, que esto se debe a “la enorme negligencia francesa”. Seguro que, como aquello de la viga en ojo ajeno, podríamos empezar por analizar nuestras propias negligencias y complicidades, que han permitido a ETA tantos atentados y crímenes en España. Admitiendo que también hubo negligencia en este caso concreto, yo creo que habría que buscar las complicidades. Por ejemplo, no habría en la sociedad Titanite, algún o algunos empleados que indicaran a ETA donde están los polvorines más “interesantes”, y cómo NO están vigilados, porque fueron explosivos de esta sociedad los que fueron robados en septiembre de 1999, en Bretaña, y ahora, cerca de Grenoble. Puede haber una pista.
Como estaba previsto, el niño mimado del miterrandismo, Jacques Attali, está procesado en el turbio asunto de tráfico de armas con África, que atañe a Pierre Falcone (encarcelado él, desde el primero de diciembre de 2000), Jean-Christophe Mitterand, y otros. Attali no pasará por la cárcel, por ahora, los jueces le han puesto “bajo control judicial”, como se define aquí, o sea que sin estar en una celda, tampoco es un ciudadano libre. Uno puede imaginar fácilmente lo que un hombre inteligente ha podido realizar como negocios a la sombra del “capo”, cuando un... seamos bondadosos, cuando otro menos inteligente, como Jean-Christophe Mitterand, ha podido forrarse y abrir diez cuentas corrientes en Suiza. Claro que era el hijo.
Tras largas noches de insomnio, Jack Lang ha tenido una idea genial: ¡hay que restablecer la autoridad en la escuela! Pero la autoridad en la enseñanza, no es del mismo tipo que en el ejército, y se basa en el saber y la inteligencia para transmitirlo. Decenios de pertinaz sequía, de inteligencia y de vocación docente, no se anulan por decreto.
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