Menú
Carlos Semprún Maura

El estado de la Nación

Rajoy en política internacional será un desastre. No hubiera ido a la simbólica reunión de las Azores, no por desacuerdo político, sino por prudencia.

Hay que ser conscientes de que lo que interesa siempre, y mucho más en estos tiempos de fiestas, en nuestros hogares, es el Gordo de Navidad, el fútbol, la tele, la diarrea del peque, la carestía de la vida, la familia unida o desunida en las cenas de Nochebuena y Nochevieja, eso, y otras cosas así, interesan mucho más que saber quién va a ganar las próximas elecciones: ¿Zapatero o Rajoy? Las cosas, siendo como son, de todas formas, en las próximas elecciones perderemos todos los españoles, gane quien gane.
 
Entre los jefes de gobierno que supieron ocuparse a la vez de la vida cotidiana de sus ciudadanos, de la política nacional y de la internacional, estos últimos tiempos, podemos citar, para limitarnos a Europa, evidentemente y en primer lugar a Margaret Thatcher. Me hizo una triste gracia cuando en Francia, últimamente, algunos se pusieron a comparar las reformas timoratas de Sarkosy con las de Thatcher; pero todos “se olvidaron” de señalar que cuando Thatcher fue nombrada jefe de gobierno, el Reino Unido era un campo de ruinas debido a la burocrática política económico-social de los laboristas, mucho peor que Francia hoy. Y que los conservadores, con Thatcher a su cabeza, le sacaron de ese abismo, como el “nuevo laborista” Tony Blair lo reconoció, y respetó sus reformas, tan criticadas por la socialburocracia europea, que no da pie con bola. Y que en todas partes, hasta en el Parlamento europeo, intenta arrastrar toda Europa hacia la catástrofe laborista británica de hace más de 20 años.
 
En España, José María Aznar y su gobierno también supieron a la vez mejorar considerablemente la situación económica y social del país, luchar eficazmente contra ETA, y figurar entre los pocos países occidentales decididos a defender la democracia en el mundo entero y a luchar contra el terrorismo. El tan insultado “trío de las Azores” (eran 4 con Durao Barroso), constituye para mí un ejemplo, un modelo, de lo que hay que hacer en una alianza democrática internacional.
 
Que todos, siempre, lo hayan hecho todo bien, es harina de otro costal. Pero luego Aznar, a partir de una idea sencilla, generosa y democrática (no más de dos mandatos en la Presidencia del gobierno), se ha ido como la “Lola a los puertos” designando a Mariano Rajoy como su sucesor; pero éste no da abasto. Como decía Ortega y Gasset de la República: “No es eso, no es eso”, lo mismo puede decirse del PP, hoy. Tampoco “es eso”.
 
Mariano Rajoy no logra entusiasmar a nadie; si bien es un excelente parlamentario, cunden las dudas sobre sus capacidades como jefe de gobierno, si gana las elecciones. Es probable que en política económica y social no lo haga mucho peor que Solbes (en la medida que un gobierno pueda influir en un sentido ú otro, en la economía, que depende esencialmente e las empresas). Es posible que permita algo más de flexibilidad en las relaciones laborales, que disminuya los impuestos; es de esperar que reduzca las mordidas y subvenciones a los amiguetes “asociativos”. Proseguirá la acción policial y judicial contra ETA, pero ¿va a enfrentarse con real firmeza contra los feudos autonomistas, y los nacionalismos periféricos, después de tantos regalos del gobierno actual? Y en política internacional será un desastre. Rajoy no hubiera ido a la simbólica reunión de las Azores, no por desacuerdo político, sino por prudencia. No es imposible que mantenga la “alianza de civilizaciones”, o algo así. Será capaz de apoyar, pero desde lejos, la chorrada de Sarkosy, con su: “Unión mediterránea”. No dirá nunca “no” a la UE, etc. O sea un desastre, nada que pueda entusiasmar a nadie.
 
Y si gana Zapatero con el PSOE, IU, PNV, ERC, y los “galegos”, será peor. Está visto que las perspectivas para el año que viene, son celestiales. Si gana, y puesto que gana Zapatero, volverá a la “tregua-rendición” con ETA, y empeorarán la política conducida estos años de vergüenza, con la factura añadida que haya que pagar, para sufragar los gastos de todos los cheques-regalos para comprar votos. Y eso en un momento en el que la inflación y el estancamiento económico amenazan como nunca.
 
Siendo malo, malo de verdad, requetemalo, me ha encantado ver cómo todos los medios zapateristas, TVE, El País”, El periódico, etc, y sus periodistas, que se han pasado meses y años insultando al PP, a los medios de oposición, y a la prensa independiente, tratándonos de “guerracivilistas”, de carcas y de franquistas porque denunciábamos la rendición del gobierno ante ETA, afirmábamos que Batasuna, los “comunistas de las tierras vascas”, y demás organizaciones tan fantasmas como terroristas, eran ETA, los que asimismo insultaban, no sólo al PP y los medios independientes, sino a organizaciones como “Víctimas del Terrorismo”, que convocaban gigantescas manifestaciones contra ETA y la política de rendición del gobierno, aquellos que afirmaban cada dos por tres que “ETA ya no existe”, y que era el PP quien quería hacerle renacer, por sucios contubernios políticos, y tenebrosos complots, de pronto todos ellos, de la noche a la mañana, se han puesto a decir lo contrario, sin vergüenza. Ordenan a Baltasar Garzón, servidor de dos amos, primero él y luego el gobierno sociata, mano dura contra Batasuna, y otros grupos etarras apenas disfrazados, cuando ayer, los mismos afirmaban que todos ellos eran honestas organizaciones de la izquierda vasco interlocutores indispensables “en las negociaciones de paz”. Y los mismos que insultaban al PP, hoy insultan a Batasuna, y tan tranquilos.
 
La última gran polémica tuvo lugar con motivo del juicio contra los atentados de Atocha, y en torno a su fallo. Los que emitieron reservas y críticas en relación con ese largo proceso y sus conclusiones, fueron todos tildados de criminales fascistas, merecedores de cárcel y paredón. Desde el gobierno al último escribidor sociata, como esa rata de Elkaizer, pongamos, todos afirmaron, frenéticos, que el proceso y el juicio fueron ejemplares; un modelo de eficacia y de Justicia democrática. Y unos meses después todos protestan, el fiscal recurre la absolución de “el egipcio”, se presentan 29 recursos, y la “ejemplaridad” de ese proceso, de pronto, se hunde, Y España también.

En España

    0
    comentarios