Mientras la cumbre Francia-África se celebra en Yaundé, capital de Camerún (el país más corrupto de África, según la ONU), para dejar bien sentado que Francia sigue siendo la gran potencia neocolonial del continente, sin que la UE meta baza en sus asuntos, la iglesia católica francesa, en carta abierta al pesidente Chirac, alerta sobre los peligros del apoyo francés a los regímenes corruptos y dictatoriales africanos, el tráfico de armas y demás negocios sucios, no sólo petroleros, que constituyen la base de las excelentes relaciones entre París y varios países africanos, no únicamente sus antiguas colonias. Como la reacción de los obispos españoles contra el terrorismo etarra, ésta de los obispos franceses es muy tardía (la situación no ha evolucionado desde hace 25 años), pero bienvenida.
Este viernes, la prensa daba a conocer unas declaraciones del Abbé Pierre, fundador de la obra caritativa “los peregrinos de Emaús”, según las cuales, dos obispos congoleños fueron a visitarlo, pocos días después de la muerte del ex-presidente Miterrand, para alertarle sobre el tráfico de armas organizado por su hijo Jean-Christophe, entonces instalado en Kinshasa, ex Zaire, junto al mariscal Mobutu, con un tren de vida como ya quisieran varios sultanes de Persia. Angola compraba las armas con su petróleo, pero vendía parte de ellas a Ruanda, y eso ocurría durante las gigantescas masacres de los tutsis por los hutus. “La familia de Jean-Christophe tiene que hacer algo para evitar un escándalo monumental”, dijeron los obispos congoleños.
L´Abbé Pierre, se fue con el cuento a visitar discretamente a la viuda alegre, Daniélle Mitterand, la cual, soberbia, respondió: “Conozco a mi hijo, tiene una conciencia ejemplar”. Ahora que parte de los trapos sucios están en el patio, la mamá contesta sencillamente a las declaraciones públicas del abate que es mentira, que jamás le ha hablado de tráfico de armas. La corrupción de Miterrand junior nada tiene que ver con la corrupción en la clase política, no actuaba para un partido, actuaba para sus diez cuentas corrientes en Suiza.
Como se ha convertido en norma dinástica de las dictaduras (Corea del Norte, Siria, etc), el hijo del dictador Kabila, educado en China comunista, sucede a su padre asesinado, educado en Alemania del Este. El comunismo ha muerto ¡Vivan los hijos! Seguro que en la cumbre de Luandé no van a faltar los discursos sobre la paz y la democracia, y Chirac, con su sonrisa de pato, prometerá solucionar la tensa situación en el Congo, Angola y donde sea. Buena situación para la venta de armas y la compra de petróleo, oro, cobre, diamantes, etc, a precios aceptables.
Mientras tanto, una de las bandas armadas de la mafia corsa, “Armata Corsa”, para vengarse de otra banda rival, que había asesinado, el pasado mes de agosto, a los nacionalistas Rossi y Fratacci, en la terraza de un café, amenaza ahora con bombas en París y Estrasburgo, para demostrar cuán europeos son. Lionel Jospin puede sentirse satisfecho. En prueba de ello ha declarado que la vía de la negociación era la vía de la paz. Está visto. Tanto o más le preocupará la rebelión de sus funcionarios. Encastillados en sus privilegios, ya tumbaron los proyectos de reforma de Juppé, Strauss-Kahn, y otros. Ahora, con las presidenciales a la vista, no hay duda que volverán a ganar. No se reformará nada.
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