Menú
Carlos Semprún Maura

Jospin no se suicidará

Pese a lo huero de su intervención por televisión del pasado martes, lo no dicho por Jospin ha sido abundantemente comentado los días siguientes. Leyendo la pregunta preparada por su portavoz Manuel Valls, se supone, una periodista preguntó si se declaraba oficialmente candidato a la Presidencia de la Republica. Satisfecho de escuchar la pregunta que había dictado, Lionel Jospin jugó al sí de las niñas, o al no de las señoras, coqueteó, vaya, y declaró que aún era pronto, que todo se decidiría en el momento oportuno, pero que desde luego, si las masas y su partido exigían su candidatura, él cumpliría con su deber. Y tomando un tono solemne y mirando a los franceses al fondo de su televisión, precisó: “Como hombre no “necesito” ser candidato”. Todo el mundo entendió, claro, que lo era, pero quería avisar de antemano, que si perdía no se suicidaría.

¡Qué alivio! Ignoro cuál de sus consejeros de imagen le ha recomendado este ridículo coqueteo, pues se ha lucido. Entre los abundantes comentarios, todos los cuales reconocen que defraudó a las masas, me quedo con dos. Le Monde aquel mismo martes había publicado casi un número especial dedicado a tan portentoso evento, con un editorial de su director, Jean-Marie Colombani, dictando a Jospin, no sólo lo que tenía que decir en esa entrevista, sino su programa para ganar las presidenciales. Al día siguiente, se indignó airadamente porque el primer ministro no había tenido para nada en cuenta sus exigencias, que eran que presentara un proyecto claramente de izquierdas. Lo que Le Monde entiende por izquierda es harina de otro costal.

La otra es la de Alain Touraine, en una entrevista en Le Fígaro (cuando escribe elige más bien El País o Le Monde), en la que declara que, viniendo de la izquierda tradicional, Jospin se aproxima a la modernidad, gracias a su esposa (profesora de sociología, como Touraine ¿se trata de un piropo entre colegas? ), y a la realidad, que percibe, como buen pragmático.
Admitiendo que en una entrevista a menudo se dicen cosas superficiales, si Jospin se “apodera” de la modernidad, yo soy un monje budista. Según Touraine la izquierda moderna es la que privilegia el frente político-cultural al frente político-económico. ¿El rap (cumbre de la cultura para el PS) sería más importante que el paro o los impuestos? De todas formas, hace siglos que Francia no ha conocido un primer ministro más conservador que Lionel Jospin.

El novísimo alcalde de París, Bertrand Delanoe, presenta su presupuesto. No cambia prácticamente nada, y sobre todo no se disminuyen los altísimos impuestos locales, o sea, que aumentarán. En cuanto a la reducción de las tarifas de aparcamiento, se han dado cuenta, después de su victoria, que será complicadísimo, los euros no funcionaran en los parquímetros actuales. Aplazan la decisión a septiembre, pero, como el paso al euro está previsto para enero de 2002, ese inconveniente técnico será aún más molesto, no se van a cambiar todos los parquímetros sólo para tres meses.

Otra broma de mal gusto. Chirac quiere que el féretro de Alejandro Dumas sea trasladado al Panteón. ¡Pobre Dumas, va a tener que conversar con el pedante de Víctor Hugol!

Los Verdes han descubierto que la culpa de las lluvias e inundaciones las tiene Bush, al no estar de acuerdo con el protocolo de Kioto. Esta primavera en París es de las más frías de mi vida, lo cual demuestra el calentamiento infernal del clima, y por lo tanto también tiene la culpa Bush y por los mismos motivos. Qué sencillo es todo cuando se mira con gafas dialécticas.

En Internacional

    0
    comentarios