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Carlos Semprún Maura

Lo de siempre

Mientras tanto, seguimos inundados de propaganda antiisraelí. Los bombardeos israelíes siguen matando "exclusiva y voluntariamente" a civiles, mientras que los valerosos cohetes iraníes del Hezbolá, sólo matan a militares.

Le Monde con fecha del 4 de agosto publica una entrevista con Ehud Olmert, primer ministro de Israel. A la pregunta de la periodista: "¿Cómo reacciona usted a las declaraciones de Philippe Douste-Blazy afirmando que Irán desempeña un papel estabilizador en Próximo Oriente?", Olmert contesta: "Creo que ha rectificado ¿o no? En mis diversas entrevistas con el señor Douste-Blazy, he podido verificar que estábamos muy de acuerdo sobre... fútbol. Es muy amable. También estamos totalmente de acuerdo sobre la importancia de las biotecnologías. Tenemos algunas divergencias sobre el papel que desempeña Irán. Cuando oigo al presidente de Irán decir que hay que borrar Israel del mapa, y cuando constato sus esfuerzos por obtener armas nucleares, no veo muy bien qué estabilidad aporta."

Magnífico ejemplo de lo que se califica en París de "humor judío", y magnífica bofetada de desprecio expresada en los límites de la cortesía diplomática. Y bien se lo merece el ministro de Exteriores francés, como todo su gobierno, en ésta como en otras ocasiones. Hace un par de meses, el mismo ministro declaró que no había que hacerse ilusiones, ni taparse los ojos, porque Irán ya tenía armas nucleares. Por una vez en su vida que dijo la verdad, resultó que los propios "servicios" del Quai d’Orsay le censuraron: "oficialmente" Irán no poseía armas nucleares. No importa, el ministro sigue paseando su frivolidad (¿cabe preguntarse si no es aún más tonto que Jimmy Carter?) de Beirut a Nueva York, pasando por Bruselas, para bailar chotis pacíficos con otro fantasma: Javier Solana.

Todas las meteduras de pata del mundo, como todas las rendiciones y cobardías, no impiden a los políticos y los medios galos hacer gala de soberbia nacionalista, y es así como quieren convencerse y convencernos, de que ha "impuesto" a Estados Unidos su plan para la solución del conflicto en el Líbano, cuando ha ocurrido exactamente lo contrario: Francia ha tenido que aceptar las propuestas norteamericanas. Buena prueba de ello es que Tel Aviv también las acepta, mientras que Beirut, Teherán y Damasco las rechazan categóricamente. Como lo hará la Liga Árabe reunida hoy en Beirut. No vale la pena detallar dicho "plan de paz", porque no será adoptado sin enmiendas en el Consejo de Seguridad, y veremos cuáles son. Ni China ni Rusia van a archivar su política proárabe, sobre todo China, porque Rusia tiene serios problemas con el terrorismo islámico.

Francia apenas ha "obligado" los Estados Unidos a adoptar su "plan de paz" y ya se echa para atrás, declarando que hay que tener muy en cuenta las críticas libanesas. Mientras tanto, seguimos inundados de propaganda antiisraelí. Los bombardeos israelíes siguen matando "exclusiva y voluntariamente" a civiles, mientras que los valerosos cohetes iraníes del Hezbolá, sólo matan a militares. Lo de siempre.

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