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Carlos Semprún Maura

"Madame la marquise"

Estoy harto de criticar semana tras semana a Francia, de decir que todo va mal, o incluso peor, y me gustaría dar una nota de optimismo en esta carta, porque ha salido el sol de primavera, porque los franceses vuelven de las vacaciones de Semana Santa (¿Cuándo no están de vacaciones?), porque los grupos farmacéuticos Sanofi y Adventis se han unido y creado una multinacional, al fin. (Yo me trago dos pastillas Adventis al día, y me pregunto si no tendría derecho a exigir una participación en los beneficios), porque los bleus han ganado el Torneo de las seis naciones de rugby (fue hace tiempo, pero eso no quita), porque AS Monaco ha ganado al Real Madrid, pero es que cualquiera le gana al Real, porque la ministra de Defensa Alliot-Marie, y sobre todo Sarkosy estuvieron en Washington, y fueron tan bien recibidos, que según la prensa, y las declaraciones oficiales, eso demuestra no sólo que las tensiones entre Francia y los USA han terminado, sino que los USA se han puesto al servicio de Francia.

En un país en siesta permanente se puede tener la caradura de declarar que tuvieron razón defendiendo a Sadam Hussein cuanto pudieron, y que la solución a la embrollada y sangrienta situación actual en Irak, es no hacer nada, con la coartada diplomática de pasar la patata caliente a la ONU, lo cual significa lo mismo, no moverse.

Y como guinda de ese pastel eufórico, nos enteramos de que Picasso, en 1940, pidió la nacionalidad francesa (pero esto se merece capítulo aparte). Por lo tanto, y como reza una celebre canción popular de los años treinta: “Todo va muy bien, Madame la marquise”. Pero, sin embargo...

Sin embargo todo va mal, la Seguridad social, los hospitales, la enseñanza. El otro día Le Figaro publicó estadísticas sobre el “iletrismo”, o analfabetismo “moderado”, y resulta que Francia, que fue un país culto y bien educado, se ha convertido en el furgón de cola de Europa. Un reportaje de France 2, mostrando, por primera vez, los conflictos racistas entre un liceo estatal y un colegio privado judío en Montreuil (París) armó un escándalo. El novísimo ministro del ramo, François Fillon, declaró oficialmente que en Francia no existía antisemitismo. “Tout va très bien, Madame la Marquisse”.

Apenas instalado en el ministerio de Economía, Sarkosy, en vez de buscar soluciones para que el Gobierno ayude a la creación en empresas y de empleos, a una liberación de la economía que produciría riqueza, ha decidido drásticos recortes en los presupuestos ministeriales, como una ama de casa que busca reducir gastos, porque su marido ha perdido su empleo. Uno de ellos es el de Defensa. Francia, habiéndose, al fin, dado cuenta de que no tenía ejército, los había recientemente aumentado, para comprar cuatro tanques y dos aviones. Ahora, ni eso. Pero no importa, “Tout va très bien, Madame la Marquise”.

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