Como estaba previsto la izquierda ha ganado las municipales en París y, menos previsto en Lyón. En ambos casos, el centroderecha ha realizado un navajero combate de jefes en su propio seno, lo cual ha facilitado la victoria de B. Delanoe en la capital y de G. Collomb en Lyon, ambos del PS. Estas victorias de la izquierda se presentan como victorias históricas por la mayoría de los medios de información, no todos socialistas, pero sí casi todos gubernamentales, o sea, conformistas. Esta demagogia ha llegado hasta afirmar que la izquierda, por primera vez desde hace siglo y medio, ha triunfado en París, dándonos gato por liebre, ya que la elección del alcalde de París, sólo existe desde 1975, y el primer elegido fue Jacques Chiac. Antes, sólo existían alcaldes de distrito, y la capital estaba gobernada por el Prefecto de París, designado por el Gobierno. Esta fue una de las reformas del Presidente Giscard d’ Estaing, como la mayoría de edad a los 18 años, y bastantes más.
En provincias, en cambio, la tendencia de la primera vuelta, se ha confirmado y ampliado: la victoria municipal del centroderecha es indudable. Si conservan ciudades importantes como Marsella, Burdeos y Tolosa, conquistan de manera significativa Estrasburgo, Orleáns, Nimes, Avignon, Blois, y un largo etcétera. En Estrasburgo, la ex ministra de Cultura, Catherine Trautmann, ha sido ampliamente derrotada por una desconocida, Fabienne Séller. Hay que precisar que Trautmann, ex alcalde de la ciudad y ex ministra ( apodada en París, cuando dirigía la “cultura” como “carnicera enloquecida”, lo cual me parece muy injusto para las representantes de esa profesión actualmente siniestrada), esa señora, pues, consideraba aquella ciudad como su propiedad, hasta el punto que su autoritarismo promovió una lista PS disidente. Otra confirmación de la primera vuelta, varios de los principales Ministros del Gobierno Jospin, han recibido sendos varapalo: E. Guigou (PS) en Avignón, J.C.Gaysset (PCF) en Béziers, Pierre Moscovici (PS) en Montbéliard, y J. Lang, tantas veces presentado como el político mas popular, en Blois, y etc., etc.
Algunos piensan que esto es así porque en provincias se prefiere a personalidades localmente enraizadas, y no a estrellas parisinas de la política. Es posible, pero eso no quita para que también pueda verse como un rechazo al Gobierno actual. Siguiendo con las confirmaciones de la primera vuelta, me parece sintomático que Nimes, haya perdido su alcalde comunista ( la única ciudad de más de 100.000 habitantes con alcalde PCF hasta ayer), y Toulon su alcalde del Frente Nacional. Y que el PCF se haya derrumbado por doquier. Los Verdes no han salido mal parados en la primera vuelta, pero como en la segunda ha presentado, casi siempre, lista única con el PS, resulta difícil conocer su porcentaje real, lo cual no impide que ya estén ladrando, exigiendo, no menos contaminación, sino más carteras ministeriales, pese a que su líder y ministra Dvoynet haya sido eliminada en la primera vuelta.
Martine Aubry conquista por los pelos la alcaldía de Lille. Esto se merece una observación: el mantenimiento de la lista del FN ( 15%) ha permitido su elección. Cuando en otras ciudades, pocas, se ha producido el mismo fenómeno, pero ha ganado la lista de centroderecha, toda la izquierda plural se indigna: ¿cómo no se avergüenzan de haber sido elegidos gracias al fascista FN? En ese caso, Martine Aubry, sería una sinvergüenza. Esta victoria del centroderecha en las municipales podría augurar la victoria, sin duda modesta, en las elecciones presidenciales y generales de 2002. A condición de que se realice una amplia unión en torno a un programa realista. No será nada fácil.
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