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Carlos Semprún Maura

No está del todo mal

Esta mañana me siento, como un maestro de escuela de hace un siglo, en la obligación de poner notas a mis alumnos. ¿Qué nota le pondría yo al nuevo Gobierno francés? Como durante los pocos meses de mi vida en que fui a la escuela, en los arrabales de París, en 1939 –luego vino la guerra y sus delicias–, la notación se hacía del 0 al 20, le pondré un 14, añadiendo la fórmula ritual: PMF (pourrait mieux faire, podría hacerlo mejor). Más vale ser algo escéptico.

Sin dar la lista completa de los 27 ministros que rodean al primero, Raffarin, me limitaré a señalar algunas peculiaridades: veintiuno de los veintisiete acceden por vez primera a un cargo gubernamental. Varios ministros, no sólo lo son por primera vez, sino que provienen de la sociedad civil y no de la clase política, como nada menos que Francis Mer, Ministro de Economía, Finanzas e Industria, hasta ayer por la tarde, patrón de Arcelor, trust del acero, y que ha realizado toda su carrera en la industria. Luc Ferry, profesor de filosofía y ensayista, a cargo de la Juventud (?), de la Educación nacional y de la Investigación (se supone que científica). Es cierto que colaboró con diferentes Ministros de Educación Nacional, concretamente en el cuento de nunca acabar de las reformas de los programas. El director del Centro Pompidou, Jean-Jacques Aillagon, pasa al Ministerio de Cultura y Comunicación. Se seguirá exaltando la “excepción cultural francesa”, esa eterna asignatura pendiente. El campeón de esgrima, Jean-François Lamour (que nada tiene que ver con Dorothy), se hace con el Ministerio de Deportes.

Seis mujeres entran en el Gobierno, tres ministras, tres secretarias de estado (¡insuficiente! gritan las feministas). En este sentido notaré dos cosas: por primera vez en la Historia se nombra a una mujer en Defensa, pero ¡qué mujer! Michelle Alliot-Marie era la enérgica, no siempre muy hábil, secretaria general del RPR. Le espera una tarea gigantesca, por que Francia se ha quedado sin ejército. Tokia Saïfi, es secretaria de estado para el “desarrollo duradero” (¿qué será eso?). Esta señora, de origen argelino, no ha esperado ni dos horas para afirmar que en Francia, la integración de los inmigrantes ha sido desastrosa. Es cierto. Seis UDF y cuatro Democratie Liberale, forman parte de este Gobierno, junto con los RPR y los no diputados. Noto la entrada del simpático e inventivo Jean-Louis Borloo (UDF), alcalde de Valenciennes (Norte) y eurodiputado, en el Ministerio de la Ciudad. Alain Juppé de eminencia no tan gris, pero sin cartera, y Nicolas Sarkosy, de super-ministro de Interior. Y basta, por ahora. No nos ocultemos que la primera tarea de este gobierno es ganar las elecciones legislativas de Junio, y que todas las medidas se tomarán con ese objetivo.

En la acera de enfrente y cara a esas elecciones, el PS presenta un programa que ellos consideran muy de izquierda, o sea ultraburocrático, ultraestatal, y demagógico. Laurent Fabius está que trina y lo dice. D. Strauss-Kahn piensa lo mismo, pero no lo dice. Por si las moscas. He notado, sin sorpresa, que diez de los dieciséis candidatos a las presidenciales, no han alcanzado el fatídico 5 % que obliga al estado a costear los gastos de campaña, pero todos los medios de información lanzan un fenomenal campaña a favor únicamente del PCF (3,7 %). A los demás que les parta un rayo....

Acabo de leer los comentarios de Le Monde sobre el nuevo Gobierno. Cambio mi nota, le pongo un 18 %. Si Le Monde dice esas cosas, ha de ser un magnífico Gobierno.

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